Judit Martín es una de las cómicas catalanas que más ha conseguido hacernos reír a lo largo de los años. La de l'Hospitalet de Llobregat, de 49 años, se ha hecho popular por sus trabajos en la televisión y radio apareciendo en programas como Versió RAC1, Polònia de TV3, Programa Inesperat de RTVE, el actual Està Passant de la cadena pública catalana o también en el Late Xou de Marc Giró. Su talento para hacer humor es innegable, pero además, ella se moja y se arriesga para hacernos reír e incluso se ha visto rodeada en alguna polémica como cuándo apareció disfrazada de Virgen del Rocío e hizo que las españolas echaran humo por las muelas. Ahora bien, su talento indiscutible es el arte de dar risa, y antes de llegar a ser la Judit Martín que todos conocemos, tuvo que practicar y desarrollar esta actividad en un escenario que no os imaginaríais nunca.
Dar risa se lleva en la sangre y antes de ser cómica para millones de espectadores, seguidores u oyentes, Judit Martín trabajaba como teleoperadora. Sí, lo habéis leído bien. Hace unos años, si llamabais a Retevisión, teníais la posibilidad de que os atendiera a Judit Martín o, depende de la hora, uno de sus personajes. Atentos.
Judit Martín visitaba el pódcast Les Males Decisions de la revista Ventall y Radio Primavera Sound donde, claramente, hacía mearse de la risa a las presentadoras recordando su etapa como teleoperadora, uno de los traumas de su currículum que ahora recuerda con más humor: "Yo trabajé unos años de teleoperadora, estoy traumatizada con este trabajo que lo hice durante años y es horroroso porque, literalmente, te enchufan en una máquina y te van entrando llamadas, 'Le atiende Judit Martín de Retevisión ¿en qué puedo ayudarle?'" Todo muy surrealista, y como os podéis imaginar, se trataba de un trabajo que te hacía perder la cabeza tan automatizada que tenías la llamada. Judit Martín continuaba contando: "Así, ocho horas, llega un momento que acabas loca. Yo empecé a hacer horarios de noche, que tenían la ventaja que entraban muchas menos llamadas y no tenías supervisores, el 'cachondeo padre' era, pues, contestar con cualquier personaje" Es entonces cuando nos presenta a los dos personajes.
"Me creé un personaje que era un poco yo, pero una tía estupendísima. Con esta era con la que yo trabajaba y me lo pasaba bien y encima, conseguía clientes" Es entonces cuando Judit Martín nos presenta la voz de una chica muy carismática que parece una pija de la burguesía con un tono de voz que, tan pronto, es agradable, como es irritable. Pero el mejor no terminaba aquí. Judit Martín trabajaba por turnos, y claro, cuándo le tocaba de noche, el escenario cambiaba completamente y la cómica podía desarrollar perfectamente otro personaje, completamente diferente del de aquella chica estupendísima, así lo explicaba: "Ya de noche era cuando tú te desbarrabas...'Hola, buenas tardes, sí, Judit Martín, un momento por favor'" decía haciendo una voz de fumadora e interrumpiendo la llamada haciendo ver que fumaba. Una situación que hacía reír a las presentadoras y que ahora recordaba con una pizca más de humor: "Empezaba a probar personajes y cosas, era un entrenamiento, un espacio perfecto" Una imagen vale más que mil palabras, este es el fragmento de la entrevista donde podéis ver a los dos personajes de Judit Martín como teleoperadora:
En la entrevista completa, Judit Martín asegura que aquellas noches de teleoperadora el personaje llegó a límites que no se podían decir en voz alta, sin embargo, no os engañamos, ojalá venga un día a la redacción de EN Blau y nos las cuente todas.