La situación de Judi Dench ha generado una ola de preocupación enorme en todo el mundo. La legendaria actriz británica, a sus 90 años, ha abierto su corazón en una entrevista con el medio ITV, revelando algo que nadie quería escuchar. Su visión está tan deteriorada que ya no puede leer, no puede ver la televisión y, lo más doloroso para ella, no puede reconocer los rostros de las personas que tiene delante y que quiere. Una frase que hiela, porque muestra sin filtros el momento tan duro que está atravesando una actriz tan brillante como Dench.
Y es que la degeneración macular asociada a la edad le ha complicado la vida hasta límites que ella misma jamás imaginó. Ya no se trata solo de dejar de lado un libro o perderse una serie, algo con lo que uno acaba aprendiendo a vivir. Es mucho más profundo, más devastador. Judi cuenta que muchas veces no logra enfocar, que vive en una especie de niebla constante que la frustra, que la agota, que la va encerrando poco a poco en un mundo que ahora apenas puede ver. Esa pérdida de autonomía está golpeando con fuerza en la vida de la actriz.
El sufrimiento silencioso de una mujer que lo dio todo en el cine
La realidad es que, detrás de su elegancia y su fortaleza pública, Judi Dench está sufriendo. Ella misma reconoce que su día a día se ha convertido en una lucha continua contra esa oscuridad que avanza sin freno. Le cuesta moverse por espacios nuevos, le cuesta reconocer a personas queridas, y le duele profundamente depender cada vez más de quienes la rodean. Para alguien tan activa y tan brillante como ella, este deterioro no es solo físico, sino que es emocional, es vital, es un golpe directo a su manera de existir.
Una etapa muy complicada que la enfrenta a sus propios límites
Quienes la conocen aseguran que intenta mantenerse animada, que sigue peleando, aunque por dentro sabe que esta es una batalla difícil, casi imposible. La actriz está viviendo un momento delicadísimo, lleno de incertidumbre, lleno de miedos que ya no puede esconder. Y aunque conserva su sentido del humor, también admite que está teniendo que rehacer su vida entera para adaptarse a esta nueva realidad que no eligió.
Així doncs, Judi Dench travessa un dels capítols més dolorosos de la seva vida, enfrontant-se a una pèrdua que ho canvia tot: la de la vista, la de la independència, la de la claredat amb què sempre va mirar el món. Els seus seguidors només esperen que el suport i l'afecte que rep l'acompanyin ara que més ho necessita
