El pasado 17 de marzo, el actor catalán Jordi Sánchez emocionó a todos con una fotografía que compartió en su cuenta de Instagram, mucho más delgado, para anunciar que había ganado la batalla al coronavirus. Un duro episodio por el que Sánchez ha estado ingresado hasta 24 días en la UCI. Un paso por el hospital del que ahora ha hablado. Lo ha hecho durante la mañana del sábado 27 de marzo en una entrevista que ha concedido al programa de Catalunya Ràdio, El Suplement, donde ha desvelado el peor momento que vivió mientras luchaba por su vida. 

Jordi Sánchez en una fotografía de su Instagram

Jordi Sánchez en una fotografía de su Instagram

"Estoy en mi casa, que es una cosa que deseaba con locura. Llevo aquí diez días y estoy muy contento". Así de feliz se ha mostrado Jordi Sánchez tras vencer el coronavirus. Una enfermedad de la que se contagió, según ha contado a Roger Escapa, en el rodaje de la película Señor dame paciencia, ahora convertida en serie: "Nos ponían el palito por la nariz y nos miraban con lupa, pero hay un momento en el que tienes que trabajar sin mascarilla. Cuando te la quitan no sabes si la persona que tienes delante está o no contagiada. Yo lo cogí y cinco o seis personas más también", ha desvelado.

Jordi Sánchez, Instagram

Jordi Sánchez en una fotografía de su Instagram

Jordi Sánchez en una fotografía de su Instagram

Jordi Sánchez en una fotografía de su Instagram

Una complicada situación por la que ingresó de urgencias en el hospital. "Los cuatro primeros días son como una gripe. Yo tampoco tuve mucha fiebre, pero no terminaba de encontrarme bien". Un pronóstico que empeoró con el paso de los días, hasta que los médicos le pusieron en coma inducido. "He estado durmiendo todo el rato y he tenido unos sueños terribles", ha confesado Sánchez. En este sentido ha explicado que el peor momento fue cuando se despertó. "Pensé que mi hijo estaba muerto. Estaba triste y hecho un mierda. Hasta el tercer día no me atreví a preguntar si lo que había soñado era verdad. Luego me dijeron que no y me puse a llorar". Unos sueños, ha explicado Jordi, fruto de la gran cantidad de medicamentos que tuvo que tomarse. "Estás tan drogado que todo lo que sueñas te parece real. Es terrible. Pierdes la noción del tiempo y alucinas. Incluso llegué a hacer los papeles para enterrar a mi hijo". Un durísimo episodio que para suerte del actor ya forma parte del pasado. Y nosotros nos alegramos.