Jordi Cruz y Rebecca Lima son una pareja feliz. Triunfan en sus trabajos y han formado una familia preciosa junto a sus dos hijos Noah y Nico. Los dos hermanos son pequeños, el mayor acaba de cumplir dos años y el pequeño nació hace un par de meses. El chef y jurado de Masterchef y la arquitecta y modelo, se desviven por sus hijos, que les ha cambiado la vida, para mejor. Ya lo dice él, que "la felicidad está en las pequeñas cosas", y que a pesar de tener restaurantes y hacer tele, cada vez tiene más claro que "yo, con mi 'ABaC' tendría suficiente. No me haría falta ni hacer televisión ni tener cinco restaurantes. Con uno bien llevado, que tuviera tiempo para estar en casa con mi mujer e hijos, con mi familia, no pasaría nada".


Reconoce que con el tiempo ha aprendido a decir que no y a relajarse, tal como le confesó hace poco a Arnau París en TV3: "cuando estás todo el día como si te persiguiera un león, cuesta parar. He aprendido a tomarme las cosas un poco más tranquilas, a pesar de llevar 30 años sin parar. Las estrellas son una consecuencia de trabajar mucho". Y dentro de esta filosofía de tomarse la vida con más calma, y de saborear las pequeñas cosas que lo hacen feliz, ahora también ha sabido ser capaz de encontrar unos momentos para hacer una de aquellas cosas tan necesarias en las parejas que tienen hijos pequeños: encontrar tiempo para ellos dos, encontrar tiempo para disfrutar de una escapadita romántica en pareja. Y así lo han hecho Jordi y Rebecca: un fin de semana sin niños, en un lugar precioso que han compartido con sus seguidores.

¿Dónde? En Salamanca. Como dice Lima, "Entre un biberón y otro nos hemos podido escapar a Salamanca. Gracias por la experiencia inolvidable y maravillosa, nuestros amigos de Eunice Hotel Gastronómico. ¡Volveremos!". Querían desconectar y vaya si lo han hecho. Imágenes paseando enamorados en el exterior, donde han estado con amigos, han ido a una iglesia o han montado a caballo, e imágenes de donde han pasado la noche, una habitación preciosa y bonita, y del restaurante donde han comido, donde destaca la frase que se puede leer en una servilleta, Donde hubo fuego, quedan brasas, y un desayuno y unos dulces que seguro que han disfrutado con fruición.








Seguro que los dos habrán cargado pilas y que el fin de semana en Salamanca ha hecho que vuelvan con energías renovadas. Eso sí, estamos convencidos de que ambos han echado muchísimo de menos a sus hijos, y que cuando los han vuelto a ver, se los han comido a besos y abrazos.