Desde pequeño Joaquín Prat sabía que lo suyo era comunicar. Por eso, rostros como Jesús Vázquez, Antonio García Ferreras, Manolo Lama o Iñaki Gabilondo, con quien comenzó en la radio, han marcado su trayectoria.
El presentador, que considera que “en periodismo el límite lo pone el respeto hacia el espectador y las personas de las que estás hablando”, debutó en televisión en 2008. Medio en el que sigue a día de hoy, aunque reconoce que la pequeña pantalla es “muy injusta porque cuando dejas de tener el favor del público pasas rápidamente al olvido”.
Sin embargo él está más presente que nunca, pues Prat es uno de los rostros estrella de Mediaset. Y es que desde 2009 le vemos en El Programa de Ana Rosa, espacio al que se refiere como “el formato soñado por cualquier periodista porque es diario, en directo y tocas todos los palos de la actualidad”.
Además el presentador, que destaca por su humanidad, generosidad y cercanía, nos confiesa en exclusiva para En Blau que Ana Rosa, su compañera, amiga y madrina de su hijo, es su gran referente. Y es que si hay algo que el periodista admira de la ‘Reina de las Mañanas’ es que “nunca la he visto como jefa porque da libertad total para que cada uno se exprese”.
Joaquín, ¿cómo definirias ética periodística?
La ética varia mucho en función de la sensibilidad de cada uno. Creo que la ética periodística pasa por nunca perder de vista a las minorías y toda aquella gente que forma parte de un colectivo, y que se puede sentir agraviada por determinadas opiniones o informaciones que se dan al respecto. Yo, por ejemplo, siempre intento tener en mente a las minorías porque creo que son las que marcan las diferencias.
¿Qué programas ves cuando estás en casa?
Cuando estoy en casa veo los Informativos de Telecinco y Pasapalabra. Después miro First Dates y luego me paso al reality de turno, o me decanto por alguna serie.
¿Hay mucha competencia entre Ana Rosa Quintana y Susanna Griso?
Sí que existe competencia, pero en ningún caso sé cómo es porque no veo su programa. Sé que es competencia directa nuestra, aunque la mayoría de veces ganamos nosotros. Entonces, algo debemos estar haciendo bien para que la gente nos elija. Y que conste que lo digo con modestia. Sea como fuere, la competencia es sana, maravillosa y magnifica y hace que no bajes la guardia porque te estimula y te hace hacerlo mejor.
¿Qué punto fuerte tiene Espejo Público?
Estoy convencido que hacen un buen programa y que son tremendamente profesionales. He trabajado con muchos profesionales de ese programa y son excelentes. Y a las pruebas me remito, pues están en competencia directa con nosotros y el público no regala nada. Pero desconozco cuáles son sus puntos fuertes.
¿Qué tiene Ana Rosa que no tenga Susanna Griso, y viceversa?
Ana Rosa tiene más cercanía con el público. Creo que puede ser la madre, hermana, abuela, pareja o amiga de cualquiera de los espectadores. De Susanna no sabría decirte. Seguro que tiene cosas que no tiene Ana Rosa, pero no he tenido ocasión de conocerla tan bien como conozco a Ana.
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¿En El programa de Ana Rosa os marcáis alguna línea roja con los temas de actualidad?
A diario me autocensuro mucho porque sobre determinados temas y personajes me muerdo la lengua. Mucho más de lo que desearía. Pero creo que tenemos una responsabilidad con el espectador y con las minorías. Sobre todo con los estafados por las preferentes, con el pueblo gitano, con los que padecen depresión… Entonces la censura y los límites siempre intentamos ponerlos ahí.
¿Si no te autocensuraras, te perjudicarías a ti mismo?
Sin duda. Pero con mis comportamientos o comentarios fuera de lugar, no solo me perjudicaría a mi mismo, sino que a mis compañeros, al programa, a la cadena y a mi familia. Creo que aunque trabaje en Telecinco tengo que tener un poco de sensatez [ríe].
A la hora de tratar temas complejos como el de ‘La Manada’, ¿cómo os planteáis el tema ético?
Pienso que no podemos poner a la víctima en el mismo plano que los agresores. Ni tampoco podemos perder de vista que, durante muchísimos años en este país, las mujeres han sido poco menos que ciudadanos de segunda. Hemos llegado a un punto en el que las mujeres han dicho basta. Y este basta pasa por cambiar los comportamientos sociales. Y todo ese trasfondo no lo podemos perder de vista cuando hablamos de casos como los de ‘La Manada’ porque, de repente, todo lo que hemos conseguido se va al traste, ya que transmitimos a las mujeres que aún hay determinados machismos presentes en nuestra sociedad.
Es más, creo que los integrantes de ‘La Manada’ no son conscientes de estar llevando a cabo un comportamiento delictivo, lo cual no quiere decir que no lo estén llevando a cabo. Y considero que este tipo de conductas son las que tenemos que erradicar en nuestra sociedad. Y eso pasa por concienciar a todos, incluyendo a los jueces y abogados, de que no todo vale.
En lo que va de año, ¿con qué noticia has sufrido más?
El tema que más me ha tocado ha sido el caso Gabriel Cruz. Creo que tocó a todos el hecho de ver como sus padres canalizaban el sufrimiento y hacían que aflorase lo mejor de cada uno. Es más, creo que el día de su entierro toda España lloraba con esos padres porque sirvió como “desahogo” después del desenlace tan trágico que tuvo la historia. Y es que muchos tenían la esperanza de encontrar a Gabriel Cruz con vida.
¿Crees que el caso Gabriel se llegó a sobre explotar para ganar audiencia?
Cuando, como padres, pides a los medios que se vuelquen en la búsqueda de un niño, y tanto el desenlace como la persona que lo ha asesinado es trágico, es muy difícil que luego la tensión se diluya.
Entiendo a Patricia, la madre de Gabriel, cuando dice que ella no quiere que se hable más de la “bruja mala”. Pero claro, es muy difícil que no se hable de ella, cuando la gente quiere respuestas y quiere saber por qué una individua decide acabar con la vida de una criaturita. Había tantas preguntas sin respuesta que no podíamos dejar de contar la historia. Pero por experiencia te digo que todo se termina diluyendo, porque siempre viene una noticia que suscita más interés para el público.
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¿Cómo encajaste que Ana Júlia Quesada mandara una carta al Programa de Ana Rosa?
Nosotros le mandamos una carta a Ana Júlia con un cuestionario y ella decidió contestar de esta manera. Creo que es un elemento más para trazar un perfil de esa persona. Además, imagino que para la investigación tendrá interés el hecho de poder leer una carta en la que delata su propia versión de los hechos.
¿Y el rifirrafe entre Sofía y Letizia?
Creo que tienen al enemigo en casa. Cuando uno tiene un carácter acaba por enseñar la patita y esto es lo que pasó en la Catedral de Palma.
¿Debería Letizia dar un paso atrás en su reinado?
Letizia es reina consorte y como tal tiene que saber dónde está, cuál es su papel y cuál es su lugar. Y si algún día no sabe dónde tiene que estar, pues se lo tendrá que decir su marido. Porque aquí, quien tiene que tener protagonismo es Felipe VI, ya que es el Jefe del Estado. Él es quien tiene el verdadero papel institucional y quien tiene que garantizar la continuidad de la monarquía. Pero esta continuidad, por la cuenta que le trae, la tiene que hacer controlando a los demás miembros de la familia real. Es decir, no solo a su mujer, sino también a sus padres.
Hablando de dar un paso atrás, la que sí lo ha dado es Cristina Cifuentes. ¿Qué te parece peor: su no máster o el robo de dos cremas anti-edad?
Lo que me parece peor es que mienta. A Cristina Cifuentes le ha podido la soberbia y su pecado ha sido la soberbia. Y la soberbia en política te conduce a lo que la ha conducido. Y que conste que estoy convencido que es una mujer que está libre de cualquier sombra de corrupción. Pero la gente lo que no tolera es la soberbia y la mentira, o la mentira y posteriormente la soberbia. Una cosa acompañada de la otra, al final no trae más que problemas.
¿Te parece que Ángel Garrido es un buen sustituto?
Los que tienen que aprobarlo son los votantes del Partido Popular (PP) y no soy de esos. Pienso que es normal que hayan elegido a Garrido porque es un señor que está libre de cualquier tipo de imputación y corrupción, que decir eso en el PP de la Comunidad de Madrid ya es mucho. De todas formas, Garrido tiene que ser consciente que será presidente hasta que se celebren las elecciones autonómicas en 2019.
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Un tema que ocupa muchas horas en vuestro programa es el tema catalán, ¿cómo lo vives?
Considero que en Cataluña estamos viviendo un ejemplo de cómo es la política de este país y cómo, mediante intereses políticos o económicos, podemos llegar a confrontar a una parte de la ciudadanía con la otra. Creo que ha faltado sensatez, altura de miras y diálogo. Y pienso que nadie está por encima de la ley y que la convivencia tiene que estar por encima de todo lo demás. Los gobernantes de Cataluña tienen que gobernar e interesarse por toda la gente, no solo para los independentistas.
También te digo que no me creo que España no sea un estado democrático, donde no estén garantizados los derechos y libertades de la gente. Creo que en España no hay represión, ni vivimos en una dictadura.
Que Carles Puigdemont se querellara contra Ana Rosa por difundir sus mensajes con Toni Comín, ¿qué te pareció?
Ana Rosa todavía esta esperando la querella porque, hasta donde yo sé, aún no la ha recibido. En cualquier caso seria muy curioso que Ana Rosa, y mis otros dos compañeros, se pusieran a disposición de las autoridades belgas, cuando Puigdemont lleva huido de la justicia desde el mes de noviembre. Sería una situación muy irónica. Más, teniendo en cuenta que Puigdemont quiere convertirse en el gobernante de todos los catalanes. Creo que debería asumir la realidad, y esa realidad pasa por mentalizarse de que no volverá a ser President de la Generalitat.
¿Mostrar los whatsapps privados de alguien se considera violar la intimidad de una persona?
El señor Comín estaba mirando su teléfono en un acto público y delante de una cámara. Pero no solo eso, sino que estaba hablando con el President de la Generalitat sobre cuestiones que afectan a casi ocho millones de catalanes. Entonces, creo que el interés público está muy por encima del derecho a la intimidad del señor Comín. Y repito que era un acto público convocado por ellos. No veo donde está el problema y creo que no tiene ni pies ni cabeza. Lo que hicimos con los Whastapps está perfectamente justificado.
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¿Qué veríamos si las cámaras de El programa de Ana Rosa mostraran tus whatsapps?
En determinados foros ya te aseguro que no me encontrarían porque me echarían del programa [ríe].
¿Qué encontrarían? La lista de la compra, los horarios de mis hijos y muchas fotografías de ellos, algún vídeo divertido que me mandan mis amigos, muchos chistes y los clásicos memes que circulan por la red. Desde luego, no encontrarían nada relevante ni para el futuro de Cataluña, España, la Comunidad de Madrid o mi comunidad de vecinos.
Para terminar, ¿qué te parece el fichaje de Mercedes Milá para Movistar +?
Me encanta. Creo que es un pedazo de fichaje. Creo que Mercedes es una gran profesional y mientras el cuerpo aguante tiene que seguir dando guerra. Es una tía que sabe agitar la conciencia del espectador y está cerca de muchos temas sociales que deben ser conocidos. Le deseo lo mejor porque es un amor de mujer, muy divertida y con un punto de locura que fascina.
¿Y que Óscar Martínez, tu antecesor en El Programa de Ana Rosa, esté en ‘Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition’?
Me parece muy bien que esté ahí porque es un programa muy blanco y ojalá vuelva a la tele. Lo que pasa es que su lugar ya se lo he quitado yo [ríe]. Pero, si su participación es porque quiere volver a la tele, pues espero que le den una oportunidad porque se la merece y es muy buen profesional. Aunque, como dice el refrán: “Quién se va de Sevilla pierde su silla”. Y yo de mi silla en El programa de Ana Rosa no me muevo.