"Fot-li Pou!". Es el grito de guerra de Joan Maria Pou, uno de los periodistas más importantes del panorama Barça, la voz del equipo azulgrana en RAC1. La pasión que traslada con sus narraciones es conocida y reconocida. En las victorias, los goles y los trofeos, es autor de intervenciones que forman parte del imaginario culé. Unos atributos que lo hacen muy querido en Catalunya y en casa de todos los barcelonistas repartidos por el mundo. Quizás en Madrid y en el universo merengue no tanto, aunque no dejan de escucharlo. Un crack con el micrófono, sin dudas. Pero su genialidad y atrevimiento van mucho más allá de las ondas radiofónicas y de los campos de fútbol. En su propia casa también es capaz de dejar sin respiración al personal. Y la mejor prueba, lo que acaba de hacer para celebrar una fecha especial: sus 48 años de vida.
Hace un año exactamente, el periodista exhibía satisfecho el regalo que había recibido de una de las personas más importantes de su vida, su padre. Pou es un amante de su profesión, la radio, y de todo aquello que tiene que ver con ella. Por ejemplo, los aparatos antiguos y transistores vintage, la prehistoria de las ondas. Los colecciona, tiene unos cuantos. Y por eso su padre le obsequió uno de enorme belleza. Su felicidad era enorme, como compartió en su mensaje. 365 días después los felices y risueños somos todos sus seguidores, oyentes y fisgones de las redes. No nos ha regalado ninguna radio, no. De hecho ha cambiado de medio audiovisual.
Joan Maria Pou, la voz del Barça en RAC1, pasado por agua en ocasiones especiales
Pou, digámoslo sin más vueltas, ha roto con todo al llegar a los 48. Se ha destapado. Se ha desatado. Contento y de buen humor, se ha levantado y ha empezado su rutina diaria, pasando por la ducha. Hasta aquí, todo normal. La diferencia es que aparte del champú, el jabón y la toalla, iba equipado con su teléfono móvil. Quizás para responder a los mensajes y llamadas de amigos y familiares, como sus queridas ahijadas, pero también con una misión mucho más secreta. Íntima. Personal. Quería inmortalizar al Joan Maria Pou de 48 años "tal y como llegué al mundo". La cara ya indica la potencia y la sorpresa que causaría la fotografía en cuestión. La descubrimos poco a poco, como la gota que cae del grifo, pluc, pluc, pluc. Sólo lo habíamos visto así en un par de ocasiones, las dos menos explícitas. La más divertida, lo que hizo para celebrar la remontada del Barça al PSG, aquel 6-1. Un baño muy merecido.
La foto en la ducha sin ropa, el regalo de cumpleaños a sus seguidores
El caso es que el locutor vuelve a estar desnudo y húmedo... y tapando zonas estratégicas, claro, no fuera que lo censuraran en la plataforma. Así, efectivamente, vino al mundo. Bien, más chiquitín y sin barba ni bigote, pero en líneas generales la aproximación es buena. La foto es despampanante, pocos esperaban una salida como esta. Un maestro de la pelota en pelotas, si nos permiten el vulgarismo. Pero en un día de gozo como éste la licencia es aceptable. El impacto de la foto es total. Ha llenado su cuenta de reacciones, felicitándolo. En todos los sentidos.
Le han caído los 48 años de narices. Da envidia, Joan Maria. Por muchos años y muchas celebraciones más. Fot-li! ¡Dale!