El próximo 23 de diciembre, Joan Manuel Serrat dirá adiós a una cosa que lleva haciendo toda la vida. Aquel día, el noi del Poble-Sec se despedirá de los escenarios en el último de los conciertos que dará en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Punto y final, clausura, guinda al pastel después de toda una vida de conciertos y actuaciones en directo. Cuando acabe la gira El vicio de cantar, Serrat habrá dado 73 conciertos, ocho de los cuales en Catalunya. Pero antes de que llegue el Día D, Serrat tiene claro que "Cada concierto que doy es un concierto menos que me queda, pero todavía no he llorado y procuraré no hacerlo. Es una barbaridad que los artistas quieran morir en el escenario. La muerte es irrepetible, única e íntima; hacerlo en el escenario me parece una falta de respeto", le ha dicho en una conversación sensacional con Albert Om en el Islàndia de RAC1.

Sólo cuatro días después de dejar los escenarios, Serrat cumplirá 80 años. Por sus 40 hizo una versión de la canción Ara que tinc vint anys, que se llama Fa vint anys que tinc vint anys. Y en los 60 hizo Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys. ¿Y por los 80?: "Tengo que hacer la canción ‘Ara que tinc 80 anys’, pero todavía no he encontrado la fórmula".

La conversación entre Om y Serrat ha hablado de música, de canciones, de nostalgia, pero también, evidentemente, de muchos otros temas que van ligados a su vida y a sus pensamientos. Han hablado de políticos, del 1 de octubre, de la lengua catalana o de los exiliados. Exiliados como lo fue él, recuerdan, cuándo pasó un año en el exilio, en México, después de haber hecho unas declaraciones sobre la ejecución de militantes del FRAP y ETA. Lo citó el Tribunal de Orden Público franquista. Decidió no presentarse y no volver al estado español. Momento que coincidió con la muerte del dictador, en noviembre de 1975, que le pilló en Caracas (Venezuela) con sus padres, que estaban de visita. ¿Qué fue lo primero que hicieron?: brindar. "Me avisaron por teléfono. Cuando lo supe, cogí una botella de champán, tres copas y fui a la habitación de los padres. Los saqué de la cama y brindamos como siempre habíamos dicho que haríamos".

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Joan Manuel Serrat / RAC1

"Ahora hay otra gente en el exilio, de eso hace unos cuantos años", le recuerda Om. Y Serrat: "eso de los exilios es una cosa tan... tan... no hay quien lo pare esto. Un hecho... absolutamente... siempre es injusto, desde sus orígenes, el hecho del exilio es injusto". Serrat que estaba fuera cuando murió Franco y que también le cogió en el extranjero cuando llega el 1 de octubre del 2017: "Sí, me coge en Chile". El locutor quiere saber qué pensó cuándo encendió la tele y vio aquellas imágenes que todos vimos hace cinco años: "Sabíamos que estaba convocado. Lo que no estaba convocado fue lo que sucedió, ni la represión, ni el poco juicio con el que se movieron estas cosas. Lo único que pude hacer fue enviar una nota de protesta y colgarla de mi correo y comentarlo".

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Joan Manuel Serrat / Europa Press

Om quiere saber si "en estos últimos años más tensionados del procés, ¿cómo has vivido que hubiera gente que dijera: ¿'Osti, Joan Manuel, por qué no nos das apoyo por aquí'?, y otros: ¿'por qué no vienes hacia nosotros'?". Responde sin entender la falta de "respeto por el pensamiento del otro, siempre y cuando no sea agresivo contigo... Las divergencias son una cosa que está mal vista. No es que no cojas la misma bandera... es que cojas otra diferente. O tengas otra manera de pensar, o de ver cómo tú harías las cosas. Lo grave es que no lo puedas plantear con libertad y sin ser tratado de enemigo... dejémoslo en adversario". Om, entonces recupera un documento que "poca gente debe haber oído, año 67-68", cuando le proponen ir a Eurovisión representando a España cantando el La, la, la que después popularizó Massiel en castellano.

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Massiel y su 'La, la, la' en Eurovisión

El documento sonoro: Serrat cantándola en catalán. "Empecé a cantar en catalán convencido de que era la manera como mis canciones iban por un camino más acorde a lo que yo pensaba. Lo he tenido muy claro: mi idioma es el catalán, a pesar de que el materno y mi educación sea el castellano". Serrat planteó la posibilidad de cantar en catalán, "pensaron 'ya se le pasará'", hasta que recuerda qué le dijo el entonces secretario de TVE, Juan José Rosón, cuando Serrat le preguntó "¿Qué hay de lo mío"? y si aceptaban que cantara en catalán. Respuesta?: "Mire usted: ¿usted quiere ser un cantante internacional o un cantante provinciano'?... Entonces lo tuve muy claro, ya vi por donde van esta gente":

Han pasado 55 años y muchos todavía piensan como este directivo de TVE. El catalán les molesta, lo menosprecian. Pero dos piedras a los Rosón y compañía, que no conseguirán nunca acabar con nuestra lengua. Claro y catalán.