Hace unos días nos hacíamos eco de una agria experiencia vivida por el director teatral Joan Lluís Bozzo en un parking de Palamós. Explicaba el creador de Oh! Europa y Oh! España lo que le había pasado con el vigilante de un aparcamiento situado en la Playa del Castillo de la villa del Baix Empordà.

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"El guarda del parking de la Playa del Castillo se niega a hablar en catalán diciendo que él habla 'el idioma oficial'. También se niega a darnos la hoja de reclamaciones, nos insulta y nos amenaza. Vergüenza". Una queja que puso en conocimiento del ayuntamiento de Palamós.

Entre las numerosas respuestas, las que le dirigió el presidente local de ERC en Palamós, Marçal Gallego que, a título particular y no como cargo del partido republicano, le rebatió ofreciendo otra versión. Aparte de pedirle a Bozzo "un poco de humildad", Gallego asegura que "cuando se salta el control y se niega a pagar 1€ (tarifa de tarde), lo natural para un castellanohablante es avisarlo en castellano. Si, además, el Sr. saca el tema de la lengua... ya es el colmo". El dirigente especifica que "Exigir de malas maneras 'a mí me hablas catalán' a un trabajador, cuando te acabas de saltar la taquilla y no has querido pagar, creo que no hace ningún favor ni a la lengua ni al país".

Ha tardado en responder, pero Bozzo finalmente ha cogido el guante y no se ha mordido la lengua. Aparte de recordarle al político que "Usted no estaba, no mienta", según explica en otra serie de tuits, "El guarda del párking de la playa del Castillo no aceptó el euro q pagábamos con moneda fragmentada, se negó a dar la hoja de reclamaciones y dijo q si llamaba a los Mossos 'los tendría que llamar por algo peor'". Una amenaza que vino acompañada, según el director teatral, de comentarios peyorativos hacia él y su familia: "Nos dijo que esto nuestro era un 'puto vacileo' y que nuestros hijos le daban pena. Los niños quedaron horrorizados. Los mossos dijeron q eso no es competencia suya. ¿A quién nos tenemos que dirigir ante tantos abusos?", le pregunta a Marçal Gallego. "A Usted no, seguro!".

Un estira y afloja que difícilmente se arreglará comiendo un arroz caldoso en el puerto de Palamós. Si al final quedan, sin embargo, que no dejen el coche en el parking. Por si acaso.