Joaquín Sabina ha dicho adiós a los escenarios para siempre a sus 76 años. Todavía tiene una buena edad para descansar y dedicarse a los suyos. El mundo de la música es muy complicado para conciliar la vida familiar con la profesional. Nunca se ha considerado un buen padre ni un buen marido, en más de una ocasión se ha perdido momentos muy importantes de sus hijas porque estaba de gira, y ahora quiere recuperar todo el tiempo perdido con las personas que quiere de verdad. Es una nueva etapa en su vida en la que le acompañará Jimena Coronado.

Joaquin Sabina y Jimena Coronado
Joaquin Sabina y Jimena Coronado

El cantante ha prefiero irse por la puerta grande antes de que le echen. Se encontraba en la cima del éxito y aún con sus plenas facultades físicas y mentales para continuar, pero cree que ya ha cerrado una historia de su vida. En su segunda mujer, Jimena Coronado, ha encontrado la estabilidad que tanto tiempo anheló, y lo más importante, “la persona que me ha salvado la vida más de una vez”, como ha reconocido públicamente en más de una entrevista.

El artista es muy reticente a las bodas, pero después de 20 años de relación supo que Jimena era la mujer de su vida, aunque no tienen hijos en común y quiso casarse con ella para garantizarle un futuro si un día él no está. Fue una boda civil que llevaron prácticamente en secreto que se celebró en el momento de la postpandemia con su amigo Joan Manuel Serrat como testigo.

Se conocieron en una sesión de fotos en el hotel 

Ambos se conocieron de forma casual en Lima, cuando la fotógrafa fue a hacerle una sesión fotográfica en una habitación del hotel Sheraton para el diario El Comercio en el que trabajaba entonces. En aquel momento ambos tenían pareja, y Joaquín Sabina ya había sido infiel en varias ocasiones.

Jimena explicó en una entrevista que Joaquín se interesó por ella y le preguntó donde iría cuando saliese del hotel. Le dijo que a las diez de la noche estaría en un local de copas. A la una de la mañana llegó el artista. La fotógrafa pasó por delante de la mesa de la estrella, que la llamó por su nombre, ella se sentó y fue la primera cita de otras muchas.

No empezaron una relación porque era inviable pero siguieron en contacto durante todo ese tiempo. Hasta que un día Jimena escribió al cantante para preguntarle sobre un escritor por el que tenían un gran aprecio. Era una excusa para comunicarle que estaba soltera, había roto con su pareja de entonces. Joaquín también había roto con su pareja argentina.

Jimena se convirtió en su fotógrafa profesional y en su representante. El padre de Jimena es una persona muy importante en Perú. Se trata de Pedro Coronado Labó, abogado y profesor universitario, que fue elegido regidor de Lima en los años 1980 y 1983. Cuatro años más tarde, el presidente Alán García le nombró presidente del Banco Central de Reserva de Perú. A día de hoy trabaja como profesor en una de las universidades más prestigiosas del país.

Jimena estudió en el Liceo franco-peruano de Lima. Empezó a estudiar Letras, pero pronto se dio cuenta que su verdadera vocación era la fotografía, y se trasladó a Nueva York

Joaquin Sabina con Jimena
Joaquin Sabina con Jimena