Cada primer domingo de mayo, Belén Esteban recibe una dosis doble de amor. No solo por parte de su entorno más cercano, sino especialmente de Andrea Janeiro, la joven que, aunque vive a miles de kilómetros de distancia, no pierde oportunidad para demostrarle a su madre lo que significa en su vida. Flores, mensajes emotivos y constantes gestos son el pan de cada Día de la Madre en casa de ‘La Princesa del Pueblo’. Un detalle que emociona a Belén y que, irónicamente, deja al descubierto el silencio ensordecedor que rodea a Jesulín de Ubrique en fechas familiares tan significativas.

A pesar de que Andrea ha elegido mantenerse al margen del foco mediático, su vida privada continúa captando la atención pública. Y este año no ha sido la excepción. Belén Esteban compartió en sus redes sociales el precioso ramo que su hija le envió desde Los Ángeles, confirmando que, a pesar de la distancia, su vínculo sigue intacto. Sin embargo, este despliegue de cariño materno-filial contrasta radicalmente con el absoluto silencio que reinó en el Día del Padre. El pasado 19 de marzo, Jesulín de Ubrique volvió a experimentar en carne propia el ostracismo afectivo de su primogénita: ni flores, ni felicitaciones, ni el más mínimo detalle. Ni siquiera una llamada telefónica o un mensaje privado rompieron ese mutismo deliberado.

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Belén Esteban y Andrea Janeiro / GTRES

Andrea Janeiro solo tiene detalles para su madre

A sus 51 años, el torero más mediático de los años 90 parece haber quedado relegado al olvido emocional por parte de su hija mayor. Aunque fuentes cercanas aseguran que la relación entre ambos ha experimentado una leve mejoría con el paso del tiempo, esta dista mucho de la devoción que Andrea demuestra hacia su madre. Mientras a Belén le llueven los halagos, las palabras de amor y los detalles a distancia, Jesulín apenas figura en las fechas especiales.

Este aparente desinterés hacia Jesulín ha dado pie a numerosas conjeturas. Por un lado, se mencionan las prolongadas ausencias del torero durante la infancia de Andrea; por otro, se alude al papel protector de Belén, quien desde un principio resguardó a su hija de cualquier vínculo público con un padre que, según su círculo cercano, no cumplió con el rol que se esperaba de él. Una herida emocional que, pese a los intentos por sanarla con los años, aún no ha cicatrizado del todo.

Jesulín de Ubrique, Antena 3
Jesulín de Ubrique / Antena 3

Días del Padre que pasan sin pena ni gloria

Cabe destacar que, aunque el diestro ha manifestado en más de una ocasión sentirse orgulloso de Andrea, sus acciones parecen desmentir esa cercanía que él afirma tener. Mientras que con sus otros hijos mantiene una relación visible —asistiendo juntos a eventos familiares y mostrándose en público—, el contacto con su primogénita resulta esporádico y poco significativo.

En una era donde los gestos se cuentan en likes y las emociones se exhiben en redes, la ausencia de Andrea en el Día del Padre no es un simple detalle, sino un mensaje revelador. Y no se trata de un hecho aislado: en los últimos años, no ha habido felicitaciones públicas, ni privadas que hayan trascendido, ni ese mínimo gesto simbólico que, en cambio, Belén sí recibe cada mes de mayo. De este modo, mientras Jesulín celebra la fecha con sus otros hijos, el 19 de marzo pasa inadvertido para Andrea Janeiro.