Jean Piaget se convirtió en uno de los psicólogos más importantes del siglo XX. El biólogo transformó la idea del ser humano de cómo los niños piensan y aprenden. A día de hoy, su “psicología del niño” no habría quedado desfasada con la educación actual. Interesado por la biología, el suizo empezó a hacerse preguntas más amplias sobre el conocimiento y la mente humana.

En las pruebas de inteligencia que se realizaban a los niños cuando eran pequeños, Piaget se fijaba más en las incorrectas porque describían más a ese niño que las correctas. Con esos errores se dio cuenta que un niño no piensa igual que una persona adulta. Van superando una serie de etapas, cada uno de forma distinta, hasta que llegan a la etapa adulta.
Dividió el desarrollo cognitivo en cuatro etapas. Etapa sensoriomotora, que comprende la edad de 0 a 2 años. En esta edad los niños utilizan mucho los sentidos para descubrir el mundo. En esta etapa desarrollaron lo que el denomina “la permanencia del objeto”, es decir, la comprensión de que los objetos siguen existiendo aunque no se vean.
Jean Piaget asegura que utilizamos la inteligencia en situaciones nuevas
Entre los 2 y los 7 años se desarrolla la etapa preoperacional, donde se inicia el lenguaje. Aunque ya empiezan a hablar, su pensamiento es muy egocéntrico.
Posteriormente es la etapa de las operaciones concretas, de los 7 a los 11 años. En este momento los niños ya empiezan a actuar con una cierta lógica. Ven las cosas con otra perspectiva mucho más real.
De los 12 hasta la madurez es la etapa de las operaciones formales. Los adolescentes desarrollan la capacidad de pensar de manera abstracta y lógica, un paso fundamental para el razonamiento científico y matemático.
Según Piaget, la inteligencia aparece en momentos nuevos, cuando no actuamos por costumbres. “La inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer”, decía. Aparece para solucionar el problema. Para él el conocimiento se construye activamente. Para él la inteligencia no es sacar buenas notas, memorizar datos o responder bien un examen, sino la capacidad de adaptarte a la situación, crear soluciones y aprender de ese problema algo nuevo.