Jair Domínguez está muy fino. Siempre lo está, pero estas últimas horas ha repartido sopapos a diestro y siniestro, a cuál más acertado. A los amantes de lanzar petardos todavía les tiemblan las orejas, no por ningún ruido que hayan provocado al encender una mecha, sino por la galleta que les dedicó el presentador en Catalunya Ràdio. Después, por la noche, y antes de que todo el mundo empezara con cenas y cocas, el copresentador del Està passant se quedó a gusto hablando de los Borbones.

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Jair Domínguez / Instagram

Él y Toni Soler hablaban de las reacciones furibundas que han tenido algunos después de los indultos a los presos, empezando por el presidente socialista de Castilla la Mancha, Emiliano García Page y acabando por el presentador ultra de El gato al agua que vomitó que "después de los indultos tiene que empezar la Reconquista". Pero Jair no ha desperdiciado la oportunidad de hablar de los Borbones, a raíz de algunos hiperventilados indignados que expresaban su ira en redes con Felipe VI. Un monarca a quien la ultraderecha ha bautizado con el sobrenombre de Felpudo VI por permitir los indultos. Un Felipe VI de quien alguien en Twitter dijo que "El rey ha firmado. Yo no quiero un rey sin honor. La monarquía no tiene ningún sentido".

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Muy tentador para que Domínguez no se abonara de manera brillante. Hablar de monarquía y de sentido le da la razón al colaborador: "Es verdad, sobre todo, cuando habla la infanta Elena". Pam. En toda la boca. Pilla la hermana del rey y pilla el padre: "Eso es lo que lo ha dejado sin honor, firmar los indultos... A diferencia del padre, que lo tiene intacto". Dos a cero. Los indultos, como dice Soler, están consiguiendo que los monárquicos se hagan republicanos. Y Jair añade la guinda: "Yo no quiero un rey sin honor como... bueno... como si..., bueno, en fin, me ha llamado mi abogado para decirme que no acabe la frase..., pero bueno...".

No ha hecho falta. Se le ha entendido todo.