En la era de las redes sociales, donde cada instante puede convertirse en una imagen viral, saber posar ante la cámara ya no es un lujo reservado a modelos o influencers; es una técnica al alcance de cualquiera. El artículo publicado el 2 de julio de 2025 en Consumidor Global por Rocío Antón explora un gesto sencillo pero efectivo: el truco de Isabel Preysler para mantenerse elegante en fotografías, adoptado también por Susanna Griso.
La clave está en tres aspectos fundamentales: espalda recta, brazos posicionados con gracia y manos suavemente entrelazadas a la altura de la cintura. Este gesto, inspirado en la sofisticación que caracteriza a Preysler, se traduce en una imagen más estilizada y evita el incómodo “efecto ala de murciélago” en la zona de los brazos. Griso reconoce que practicar esta postura sistemáticamente le ha permitido obtener mejores resultados ante los flashes y cámaras, reforzando la idea de que una pequeña corrección corporal puede generar un gran impacto visual.
El poder de una buena postura
Adoptar la espalda recta no solo estiliza la figura, sino que respalda una actitud de confianza y seguridad. Al mantener los hombros erguidos y las manos colectivamente suaves, se crea una silueta coherente y elegante, que además realza la clavícula. Esta zona, al quedar visible, aporta un matiz de juventud y refinamiento, cualidades que la socialité española utiliza con plena conciencia.
Más trucos para triunfar frente al objetivo
El artículo también recopila una serie de consejos complementarios que las demás celebridades – así como amateurs de redes – han adoptado eficazmente:
Piernas en forma de A: separación ligera de los pies, con puntas hacia dentro, proporciona estabilidad y alarga visualmente la figura.
Mantener distancia adecuada: evitar acercarse en exceso a la cámara para prevenir deformaciones del rostro. Alejarse un poco suaviza los rasgos.
Apoyarse suavemente: incluso una simple pared puede servir de apoyo estratégico: una pierna flexionada, hombros relajados y una leve inclinación aportan frescura natural.
Cruce sutil de piernas: adelantar una pierna y cruzarla por delante estiliza y alarga la línea de las extremidades.
La fórmula “trío dorado”: piernas ligeramente separadas, manos juntas (ya sea en la cintura o al frente) y una prenda como una chaqueta crea una combinación ganadora.
Desplazamiento lateral discreto en grupo: girar ligeramente el cuerpo y dejar de mirar de frente aporta dinamismo y favorece la composición.
Manos en los bolsillos con estilo: dejar el pulgar visible es el detalle que evita un aspecto descuidado
Actitud y autoconocimiento: la base del posado
Más allá de los gestos físicos, el artículo subraya que posar bien es “una forma de arte” que se apoya en la actitud. No está orientado a buscar la perfección, sino a mostrar lo más auténtico de cada persona. Por eso insiste en la importancia de conocerse, probar, repetir y divertirse en el proceso. La próxima vez que te pidas posar, solo necesitas respirar hondo, estirar el cuello "como si llevaras una corona invisible", encontrar tu postura favorita y dejar que la cámara capture tu versión más auténtica, elegante y segura de ti misma.