Isabel Preysler siempre ha dejado claro su posición frente a la relación de su hija con Íñigo Onieva. El empresario nunca fue de su agrado, pero mucho menos cuando sucedió la infidelidad a Tamara Falcó. La socialité fue su mayor apoyo, sin embargo unos meses más tarde se dieron una nueva oportunidad y a la ex de Mario Vargas Llosa le hirvió la sangre. No había nada que hacer para frenar esa boda, y menos sin la presencia de ‘Sálvame’ en la programación de Telecinco. El pasado sábado 8 de julio se unieron en matrimonio y en breves meses podrían anunciar el deseado embarazo. Si ha cometido un error solo el tiempo será testigo, pero ahora Isabel está feliz de ver a su hija en el mejor momento de su vida.

Isabel Preysler
Isabel Preysler

La madre de la marquesa de Griñón tuvo una gran competencia en la boda. Aunque la gran protagonista era Tamara Falcó y su exclusiva para ‘Hola’ dividida en dos fases por un millón de euros, Isabel Preysler tuvo que competir con Carolina Molas, la madre del novio. Entre ellas nunca ha existido una gran relación y siempre se ha notado una cierta rivalidad. Preysler no quiere que nadie le quite su papel. Ella siempre ha sido la reina del papel couché.

Isabel Preysler niega que haya mala relación con Carolina Molas 

Isabel Preysler ha querido zanjar esos rumores de mala relación con la madre de su yerno. “Isabel vio que tratamos este tema, y me ha dicho: "Es como lo habéis contado, no ha existido ninguna tensión entre Carolina y yo, no ha habido rivalidad ni ha habido ninguna tensión", le ha explicado la madre de la marquesa de Griñón al periodista Aurelio Manzano.

Carolina Molas efe
Carolina Molas efe

No obstante, declara que en la boda se mantuvo más cercana y cómplice con el padre de Íñigo que con la madre, con la que apenas mantuvo un par de frases. El progenitor del empresario llegó desde República Dominicana, donde reside con su nueva familia desde hace años. Se saludaron de forma muy efusiva.

Isabel Preysler y Carolina Molas no han vuelto a reunirse ni a hablar ni una sola palabra desde que finalizó la boda. Esto demuestra que realmente no tienen ninguna relación, aunque no se lleven mal. Todo fue por compromiso. La madre de la marquesa no soporta a Iñigo, pero mucho menos a su madre.