El mundo del cine se encuentra de luto tras el reciente fallecimiento de Donald Sutherland. El veterano actor, conocido por su increíble versatilidad y más de cien personajes interpretados a lo largo de su carrera, dejó este mundo el jueves 20 de junio en Miami a la edad de 88 años. Su hijo, Kiefer Sutherland, confirmó la noticia en un comunicado emotivo, revelando que su padre había luchado contra una larga enfermedad. A pesar de su avanzada edad, Donald seguía trabajando incansablemente, motivado tanto por su pasión como por la necesidad económica de sostener a su extensa familia. Curiosamente, a pesar de su extensa carrera, el actor de 'Los juegos del hambre' falleció en circunstancias financieras precarias, un hecho sorprendente para muchos.
Donald Sutherland: Amores y desafíos en Hollywood
La historia amorosa de Donald Sutherland comenzó en la Universidad de Toronto a finales de la década de los 50. Allí, mientras estudiaba ingeniería y teatro, conoció a su primera esposa, Lois Hardwick. En 1959, la pareja contrajo matrimonio y, con grandes sueños y ambiciones, se trasladaron a Londres y luego a Hollywood. Fue en este período que el actor participó en la icónica "Dirty Dozen", marcando el comienzo de una prolífica carrera cinematográfica.
Sin embargo, el éxito profesional vino acompañado de tensiones personales. El estrés laboral y las demandas de la industria del cine parecieron pasar factura en su matrimonio. A mediados de los 60, Donald y Lois se divorciaron, un momento difícil que coincidió con el despegue de su carrera en la gran pantalla.
Poco después de su primer divorcio, Donald Sutherland encontró el amor nuevamente en los brazos de otra actriz, Shirley Douglas. Los dos se conocieron mientras trabajaban en "Castle of the Living Dead", una cinta de terror en la que Donald comenzó a destacar por sus intensos ojos azules. Su matrimonio con Shirley fue breve pero significativo, ya que juntos tuvieron dos hijos: Kiefer, quien seguiría los pasos de su padre en el mundo de la actuación, y Rachel, su gemela.
Pero al igual que su primer matrimonio, la unión con Shirley también terminó en divorcio. Sin embargo, este segundo fracaso amoroso no desalentó a Donald, quien encontró la estabilidad emocional y familiar que tanto buscaba en su tercera esposa, Francine Racette.
En 1972, Donald Sutherland se casó con Francine Racette, una actriz con la que formó una sólida familia y tuvo tres hijos: Roeg, Rossif y Angus. Este período marcó la cúspide de su carrera, con papeles inolvidables en películas como "Klute" y "Amenaza en la sombra". Con Francine, parecía que Sutherland había encontrado la fórmula perfecta: una familia estable y una carrera en ascenso.
Tras las cámaras: La desesperada lucha económica de Donald Sutherland
Sin embargo, la realidad detrás del telón era muy diferente a lo que el público imaginaba. En sus últimos años, Sutherland dejó caer una bomba que sacudió a sus admiradores. En una entrevista reveló: "No tengo dinero para vivir de las rentas; alimento muchas bocas. No me puedo jubilar porque mi vida es el trabajo". ¡Vaya manera de romper la ilusión de glamour hollywoodense! Lejos de los lujos que se le atribuían, Sutherland se encontraba en una carrera contra reloj, eligiendo papeles no por prestigio, sino por necesidad. El otrora galán de Hollywood, con su melena plateada y mirada penetrante, se vio obligado a continuar en el set, no por pasión, sino por las facturas que se acumulaban en su mesa.