Todos lo recuerdan como el pequeño Elliot, aquel niño de ojos grandes que pedaleaba con su bici hacia la luna junto a un entrañable extraterrestre. Con apenas 10 años, Henry Thomas se convirtió en una estrella mundial gracias a ‘E.T., el extraterrestre’, una película que marcó a toda una generación. Pero el cuento de hadas terminó pronto, y detrás del éxito se escondía una vida que pronto se volvería muy complicada.
Tras el estreno del filme, Henry pasó de jugar en el jardín de su casa a ser perseguido por paparazzi y señalado en el colegio como "el niño de ET". La fama prematura lo atrapó sin que estuviera preparado, y sin una red de apoyo sólida a su alrededor. “Solo quería tener amigos y hacer cosas normales”, diría años más tarde. En vez de eso, vivió lo que muchos califican como una infancia robada.

Elliot, de 'ET, el extraterrestre', no consiguió quitarse la etiqueta en años
Aunque consiguió algunos papeles tras el fenómeno del film de Spielberg, su nombre siempre quedó encasillado en el personaje de Elliot. En España, incluso rebautizaron su siguiente película como Elliot, mi mejor amigo. Una etiqueta de la que nunca pudo desprenderse del todo. En los años 90, trabajó con grandes como Brad Pitt (Leyendas de pasión) o Martin Scorsese (Gangs of New York), pero sus apariciones pasaban desapercibidas.
Probó suerte en la televisión, en bandas de música como The Blue Heelers, incluso compuso canciones para películas europeas. Pero su lugar en Hollywood parecía cada vez más confuso. Pareció resurgir cuando encontró un nuevo hogar en el terror y el streaming. Fue el director Mike Flanagan quien volvió a apostar por él, y lo rescató para títulos de culto como La maldición de Hill House o Doctor Sueño, donde demostró que aún quedaba mucho actor dentro de aquel niño prodigio.

Detenido por consumo de drogas
Sin embargo, su vida personal volvió a golpearlo. En 2019, Henry Thomas fue arrestado en Oregón por conducir bajo los efectos de drogas. Según los informes policiales, fue encontrado inconsciente en su coche. Al despertarlo, se negó a soplar y trató de engañar a los agentes con un bote de lo que parecía agua del váter. El escándalo fue mayúsculo, y su rostro volvió a aparecer en todos los titulares, pero esta vez por razones muy distintas.
Tras el incidente, fue puesto en libertad y se declaró inocente, aunque el episodio dejó una mancha en su historial que ni los nostálgicos de los 80 pudieron ignorar. Afortunadamente, en los últimos años ha vuelto a reconciliarse con su pasado, e incluso protagonizó un emocionante reencuentro con E.T. en un anuncio navideño que hizo saltar las lágrimas a los amantes de la cinta original.