El Ministerio de Sanidad tiene sobre la mesa una modificación de la ley antitabaco del 2006, que posteriormente fue modificada en el año 2011. Uno de los objetivos que persigue ampliar los espacios sin humo. Los dos pilares principales para alcanzar esto son: prohibir fumar en las terrazas y en los accesos de los edificios públicos, como ayuntamientos, ministerios u hospitales.
Desde Sanidad se considera que es un buen momento para dar un impulso más a la lucha contra el tabaquismo. En el contexto de la pandemia varias comunidades autónomas ya prohibieron fumar en las terrazas de los bares y restaurantes, considerando que el humo podría propagar la covid con más facilidad.
Jordi Basté ha abordado la cuestión este viernes en El món a RAC1. Tertulianos: Jordi Bosch, Ernest Folch, Víctor Amela y Glòria Serra. Basté, que lo dejó hace unos años, empieza el debate haciendo una pregunta directa: "¿Fumáis?." Sólo admite que "un puro de tanto en tanto" Jordi Bosch.
Turno de responder para Glòria Serra: "He fumado mucho, muchísimo. Tú me has visto fumar. Pero ya hace más de 15 años que no fumo. Ni uno. Ni ganas. Al principio tenía alguna tentación, pero ahora ya hace muchos, muchos años que cero". La conversación sigue sobre cómo afecta el tabaco a los propios fumadores y al prójimo, al fumador pasivo. Y en este sentido, Serra expone una realidad: los niños.
Glòria Serra / La Sexta
Y pone un ejemplo de un conocido que un día, después de una cena, se ofreció a llevarla en coche a casa. Al subir al coche familiar, tenían dos criaturas, "no os puedo describir la peste a tabaco que hacía aquel coche y le pregunté si fumaban dentro del coche". Respuesta: "Ay sí, mira, cuando vamos a la escuela...". Serra tiene claro que "en aquel momento los padres estaban poniendo en riesgo la vida de sus hijos".
Y acto seguido, la periodista revela cómo estuvo a punto de morir por culpa del tabaco. Del tabaco que fumaba, precisamente, dentro del coche. Serra, que recuerda que fumaba "un paquete, un paquete y medio al día", y explica por qué dejó de fumar dentro de su coche.
Glòria Serra / La Sexta
Año 1998. Primer año que vivía en Madrid. Yendo desde Barcelona, fumando. "De sopetón, aquello que hacen los cigarrillos, que pierden la punta, que los que hemos fumado sabemos cómo funciona. Aquella punta salió disparada y quemó. De hecho, para siempre en aquel coche hubo un agujero en la tapicería, al lado del volante".
Serra recuerda todavía con el corazón en un puño cómo "se mareó, porque era un peligro, y estuve a punto de tener un choque frontal. Creo que no he pasado tanto miedo en toda mi vida. Invadí el carril contrario y de un volantazo evité un choque frontal contra otro coche que venía por aquella autovía que te lleva hasta Madrid".
Glòria Serra / La Sexta
Glòria tardó, sin embargo, cinco o seis años en dejar de fumar de manera definitiva. Sí que lo hizo, pero, dentro del coche, desde aquel día: "Dejé de fumar en el coche, porque estuve a punto de matarme y de matar a alguien. Así de sencillo". Y así de crudo. Celebramos su decisión, no sólo aquel día, sino lo que hizo cinco o seis años después.