Hace unos meses que se especula con el divorcio de Ilia Topuria y Giorgina Uzcategui. Ambos se dejaron de seguir en redes sociales y borraron las fotografías en las que salían juntos. Parece que querían llevar este asunto con la mayor discreción posible, pero ha trascendido. El amor se ha esfumado tras cuatro años juntos y una hija en común, y parece que no ha acabado de forma amistosa, tal y como ha revelado el luchador en un comunicado. Ya expresó sus intenciones de no competir durante el primer trimestre porque debía solucionar asuntos personales, sin entrar en mencionar un proceso de divorcio con Giorgina. Este mismo lunes, el boxeador anunció que había puesto una denuncia por presunto intento de extorsión a cambio de dinero. En ningún momento ha nombrado a la influencer.

Ilia Topuria y Giorgina

La ya expareja rompió en agosto y empezó una negociación que se ha vuelto algo tediosa. El objetivo principal es el dinero, ella pone una importante cifra sobre la mesa. Desde entonces no han parado de discutir y él habría interpuesto una demanda civil con unos puntos que ella rechaza. Es en ese momento cuando Giorgina empieza a buscar un abogado para que la represente y asegura ser víctima de malos tratos como defensa.

Guerra abierta entre Ilia y Giorgina 

La joven tendría una serie de pruebas que corroborarán estas palabras, pondrían contra las cuerdas al luchador, y el abogado la animó a denunciarle. "Ella solicita una gran cantidad de dinero al despacho que lleva a Ilia y su pretensión era puramente económica a cambio de no llevar a cabo esa denuncia de maltrato", ha añadido Isabel Rábago. "Ha intentado durante todos estos meses hacer pública esta historia y se ha llegado a plantear su aparición pública mostrando un determinado material". Para finalizar, la periodista puntualiza: "Cuando tú interpones una denuncia por maltrato, en cuarenta y ocho horas hay un juicio rápido, puesto que se prevalece la seguridad de la víctima. Normalmente, lo que se hace es solicitar órdenes de alejamiento. A día de hoy él no ha recibido ninguna orden de alejamiento ni ningún tipo de notificación y esto hay que dejarlo aquí claro . Así están las cosas judicialmente en este momento”.

Fue él quien se marchó de casa de forma voluntaria, dejando ahí su gimnasio de entrenamiento. Allí tiene máquinas que necesita para sus entrenamientos porque son muy específicas y no se encuentran en cualquier lado, además valen muchísimo dinero. "Allí tiene además su cámara hiperbárica y ahora no puede volver a su casa", ha explicado Isabel Rodríguez.

Ilia Topura rosa EFE