Veinticuatro horas después de ser expulsado del Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián sigue siendo el chivo expiatorio. Si alguna cosa une las derechas y el PSOE en el parlamento español, es el tema catalán. Bueno, Catalunya y la tirria que les produce ver a Rufián en la tribuna del Congreso.

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Gabriel Rufián en la tribuna del Congreso | ACN

El último a sumarse a las críticas feroces contra el republicano ha sido el histórico de la Cadena Ser Iñaki Gabilondo.

En su espacio diario 'La voz de Iñaki', Gabilondo ha querido hacer una crítica mordaz contra la deriva que ha tomado el Congreso de los Diputados. Lo define como un 'botellón' parlamentario.

Parece que la crítica vaya a ser general, pero sus labios sólo encuentran a un 'culpable': Gabriel Rufián.

El republicano es, para Gabilondo, la imagen evidente que en el hemiciclo español hay "una generación de políticos especialmente inmadura e inconsistente".

La vida parlamentaria, convertida en un asunto de borrachos, dice: “Por higiene hay que mantener a los niños a prudente distancia de la vida parlamentaria, que se ha convertido en un gran botellón. Las cosas buenas que ahí se hacen quedan ocultadas por la bronca, el ruido, la furia y los exabruptos de unos pocos jaleados por muchos”.

Apunta al cabo del sabadellense y dispara: “Ver a un tipo como Rufián insultando a Borrell, que es un señor político y un político señor, es muy indignante. Del ministro mintiendo y acusando a un diputado de escupirle, mejor hablamos otro día.

Si ayer era Cañas quien hablaba de Rufián como si fuera un cocainómano, Gabilondo insiste en comparar al diputado de ERC con un borracho: “Para eso nos hubiera bastado una barra de bar, un montón de alcohol y unos cuantos borrachuzos haciendo coro”.

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Jordi Cañas | TV3

La traca final. Rufián no tendría que estar en el Congreso: "“Están campando a sus anchas unos cuantos personajes que serían despedidos de una empresa normal, a los que se les negaría la entrada en una casa decente y a los que, con esos comportamientos, en la calle se llamaría a los guardias”. Y la guinda del pastel anti-Rufián: "actitudes como las suyas son absolutamente lamentables".

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Gabriel Rufián | GTRES

La clase política española y los medios de Madrid se mueren por perder de vista Rufián, pero todo apunta a que hay Gabriel para rato.