Los culés estamos muy, pero que muy satisfechos y orgullosos de las jugadoras del Barça femenino y la temporada descomunal que nos han regalado las Alexia, Aitana, Ewa y compañía. Las jugadoras de Pere Romeu han hecho una temporada casi perfecta, solo con el pero de la final de la Champions que perdieron ante el Arsenal de Mariona Caldentey. Pero los goles, los títulos, las victorias y el triplete conseguido (Liga, Copa de la Reina y Supercopa de España) son más que suficientes para caer rendidos a los pies y al juego de estas futbolistas descomunales. Seguro que la próxima temporada siguen regalándonos más momentos maravillosos encima del césped. Pero ahora que ha acabado el curso 2024-2025, la mayoría de ellas tienen una nueva cita con sus selecciones para disputar la Eurocopa el mes de julio. Entre ellas, la sueca Fridolina Rolfo.



La magnífica jugadora zurda ha disfrutado, como sus compañeras, de unos días de descanso, relax y vacaciones para cargar pilas antes de este compromiso. Y así como muchísimas de sus compañeras han escogido la playa, las aguas del mar Mediterráneo para zambullirse y refrescarse de las altas temperaturas, solas o en buena compañía, Fridolina ha preferido ir hacia su país para disfrutar de una de las fiestas más especiales para los suecos. Hablamos de lo que se conoce como 'Midsommar', o Midsummer, que aparte de una película de mal rollo que se estrenó hace unos años, en realidad es una cosa que hace feliz a Rolfo y sus compatriotas. Una importante festividad de su país que celebra el solsticio de verano, el día más largo del año. Normalmente, se celebra a mitad-finales del mes de junio, entre el 19 y el 25, y se caracteriza por reuniones al aire libre, música, baile, comidas y como rasgo distintivo, como elemento característico, la elaboración de coronas de flores.



Y este año, Fridolina ha podido vivir este 'Mindsommar' como Dios manda, y en buena compañía, al lado de su pareja, el guapísimo Simon Skott, asistente de ventas que ha estado a su lado en toda su carrera deportiva. Los dos, guapísimos y cómplices, disfrutando de esta festividad, con ella luciendo la tradicional corona de flores, preparando, con otros familiares, las diferentes coronas, remojándose en el agua o a punto para degustar unos dulces que tienen pintón, unas fresas cortadas por la mitad con nata dentro.





Unas merecidas vacaciones, una celebración que habrá emocionado a la parejita, y más, en su país. Y una fiesta que será la previa del que sin duda será el día más bonito en sus vidas, el de su boda, que no tardará en llegar.