La presentadora Tania Llasera acostumbra a hacer rotundas reivindicaciones a través de las redes sociales. Más de una vez ha callado la boca a los críticos que no tienen otra cosa más que hacer que opinar sobre si su cuerpo es así o asá. Cada uno tiene el cuerpo que tiene, cada uno enseña lo que le sale del moño y cada uno no tiene por qué aguantar que gente con poco trabajo que no tienen espejo se dediquen a buscar imperfecciones en los cuerpos de los otros. A menudo, Llasera ha plantado cara a las críticas con ironía y mostrándose tal como es: "Enseño lo que hay(posando viva pero se aprecia celulitis y masa y no quiero quitarlo porque es mío".

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Tania Llasera (@taniallasera)

La presentadora vasca ha vuelto a hacerse una foto opinando sobre su propio cuerpo. Una imagen preciosa con un texto intenso y profundo, que vale mucho la pena:  "No me gusta estar obligada a gustarme a cada segundo. No todo mi cuerpo me gusta. No toda mi personalidad me flipa. Hay ratos que no me aguanto ni yo. Hay momentos que me siento una diosa y momentos que me detesto. Soy humana y voy a ratitos". Llasera ha encontrado la clave de cómo se siente, con un término: #bodyneutral: "La neutralidad del cuerpo: el cuerpo que tengo que lleva donde quiero, y hace mil cosas por mí. Estoy agradecida por la salud que tengo y lo bien que funciona todo aquí dentro y por fuera también. Me apunto a esta manera de verme sin juicio positivo o negativo. Mi cuerpo es neutral y lo quiero a ratos y a ratos no y eso está bien. Es normal, soy normal y es normal que cambie de opinión". 

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Tania Llasera (@taniallasera)

Un texto que es toda una declaración de intenciones. Igual que la foto. Una imagen sensacional de ella de espaldas, totalmente desnuda, pero teniendo que recurrir, evidentemente, a un emoticono en forma de check para esquivar el puritanismo censor de según qué red social. Una imagen que es igualmente impactante:

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Tania Llasera (@taniallasera)

Fíjense en lo más importante de esta foto: la inmensa carcajada que suelta Llasera. Así es como nos tenemos que tomar la vida.