El ser humano, de tendencia exhibicionista, no acostumbra, sin embargo, a hacerse fotos de uno mismo en dos momentos muy concretos. Nos hacemos selfies en todas partes, de manera compulsiva y priorizando inmortalizarnos antes que disfrutar de lo que tenemos delante, pero en dos situaciones diferentes nos entra el pudor y preferimos no ver qué cara hacemos. Una, cuando tenemos orgasmos. La otra, cuando vamos de vientre. Y mejor que siga así la cosa. Ahora, sin embargo, Ana Morgade ha enseñado a sus fans la cara que pone cuando va al lavabo y se sienta en la taza.
La excolaboradora de Zapeando, ahora en Yu, no te pierdas nada de Europa FM ha decidido despedir el 2019 reflexionando. ¿Dónde? En el mejor lugar posible para hacerlo: el inodoro. Allí donde todo el mundo deja volar sus preocupaciones y proyectos, la presentadora ha sentido la imperiosa necesidad de exponer públicamente qué siente por dentro. Por eso ha decidido deshacerse de embudos y corsés y hacerse una foto en tan íntima situación.
Escribe Morgade su deseo de final de año: "Quería una última foto de este 2019 bonita y honesta. Siempre me resulta difícil encontrar un equilibrio entre divertirme y compartir lo que soy sin artificios. Hoy creo que he dado con la foto adecuada y la comparto de corazón". ¿Cuál? Una de bien explícita: "Aquí me tenéis, ésta es mi cara mientras hago caca. Sí. Habéis leído bien. Feliz año a todas, queridas. Mucha suerte, mucho amor y mucha fibra".
Tres deseos de cara al 2020. Una petición sorprendente y al mismo tiempo bien sana. Ya lo saben los Reyes Magos, cuándo vayan a casa de Morgade, ya pueden llevarle oro, incienso y fibra.