First Dates (Cuatro) vivió en su última entrega una de las citas más surrealistas del programa. Ella, Sandra, de Barcelona. 43 años. Se define como una persona "muy conservadora, muy del PP y muy de Julio Iglesias". Él, Boris, de Madrid. 48 años. Se considera "falangista joseantoniano". Parecían hechos el uno por el otro.
¡En una hora abrimos las puertas de #FirstDates476 y os mostramos cómo ha quedado el restaurante! ¡Os esperamos! pic.twitter.com/ntUaJe1NWE
— First fechas (@firstdates_tv) 6 de noviembre de 2017
Sandra es una mujer muy fiel a sus ideas, justo igual que Boris. ¿Tenemos una 2ª cita a la vista? #FirstDates476 https://t.co/K7ZrmLUOps pic.twitter.com/dngn1TmOMd
— First fechas (@firstdates_tv) 6 de noviembre de 2017
Muy pronto salió el tema de la ideología política. Sandra confesaba que veía las cosas blancas o negras. Una persona de extremos, vaya. Boris, también resulta ser una persona de extremos. De extrema derecha concretamente. A ella se la iluminaba la mirada. Aparte de la manera de pensar, también congeniaban en la la afición por los toros y la religión. La cosa iba sobre ruedas.
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La hora de pagar fue otro punto de unión. Él insistió en invitar porque "es el normal". Ella, amante de todo lo tradicional, aceptó de buen grado. El chasco vendría después, cuando plena vorágine de entusiasmo respondió que sí querría tener una segunda cita, mientras que él desestimaba esta opción por una falta de feeling.
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Boris y Sandra han estado de acuerdo en todo menos en lo más importante #FirstDates476 https://t.co/K7ZrmMcph0 pic.twitter.com/gL8Af95laO
— First fechas (@firstdates_tv) 6 de noviembre de 2017
La audiencia, más allá de analizar la cita, criticó duramente la decisión del programa de seleccionar a los dos comensales.
Menuda cagada! Os convertís en cómplices de fascistas dándoles visibilidad! No podía creer lo que estaba viendo.
— Zigor Olabarri (@zigorolabarri) 7 de noviembre de 2017
Apología del fascismo no es aceptable
— armando cañizares (@Amm3Armando) 7 de noviembre de 2017
Falangista... Cada día traéis a personajes más horrendos
— Adrián Landete (@landete_adrian) 6 de noviembre de 2017
No se puede normalizar el fascismo. Ni siquiera en entretenimiento. No es gracioso, es siniestro. Parad.
— Máxima del Día (@wase95) 6 de noviembre de 2017