En la década de los 80, cuando no existía la TDT ni las plataformas en streaming que han acabado con el consumo televisivo, Eva Nassare triunfó como un icono. Fue una presentadora de televisión que se hizo famosa con programas de gimnasia y aeróbic en TVE. Eso de hacer ejercicio ahora está instaurado en muchas personas, especialmente en las nuevas generaciones, pero en aquella época la deportista fue pionera. A día de hoy su vida ha dado un giro de 180 grados tras sufrir una enfermedad degenerativa, y es reconocida también por su activismo social. Comprometida con causas sociales y apartada del foco mediático en su casa de Tres Cantos, en Madrid.
Aunque vive en Madrid es catalana, nació en Lérida en 1960. Saltó a la fama con el programa ‘Puesta a punto’ con tan solo 22 años. Se enfundó su body y sus mallas y puso a toda España a bailar con una energía desbordante. El programa estaba inspirado en los espacios de Jane Fonda en Estados Unidos, alcanzó unas cuotas de audiencia que a día de hoy serían imposibles y marcó una época.
Sin embargo, esta popularidad fue desapareciendo con el tiempo. Presentó otro espacio matinal con el deporte como protagonista, ‘En marcha’, pero su figura fue desapareciendo y se apartó de los medios de comunicación hasta desaparecer. Después de la televisión dedicó sus esfuerzos al trabajo social en Cataluña hasta que le diagnosticaron la enfermedad y empezó una dura batalla consigo misma.
Le diagnosticaron artritis reumatoide grave
En 1999 le diagnosticaron artritis reumatoide grave, una enfermedad degenerativa e incapacitante. Desde entonces necesitó una silla de ruedas para desplazarse. A partir de ese momento le puso otro color a la vida cuando se dedicó al activismo social por los derechos de las personas con discapacidad y dependientes. Es portavoz de la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia y ha sido reconocida con premios como el Ana Tutor 2015 por su compromiso social.
Su vida personal tampoco ha sido fácil. Se divorció del padre de su hijo Joan Marc, Chema Álvarez. Un proceso complicado cargado de acusaciones y conflictos familiares. Durante unos años madre e hijo se distanciaron hasta que en 2012, una operación les unió. A día de hoy Eva es abuela, una nueva faceta que la tiene entretenida y feliz.