¿Has oído hablar de Doble Tentación? Si es la primera vez, sepas que se trata de un reality que es ya un fenómeno mundial. La prueba es que, a pesar de grabarse y emitirse en la televisión chilena, está triunfando en España.

Doble Tentación une a 7 parejas y 14 solteros (un single para cada aparejado), en un recinto aislado, donde las personas ocupadas tienen que resistir a la tentación de los solteros. Estos últimos no se cortan ante de los que tienen pareja, y aprovechan a la mínima para desplegar sus armas seductoras.

Para complicarlo todavía más, los miembros de la pareja tienen que dormir cada uno en una casa diferente, rodeados de los "jotes", tal y como se llaman los solteros. La tentación no es fácil de esquivar, y es que hay "desafíos" que ponen a prueba la fidelidad: besos, contacto corporal, etc. Como seguramente ya te has imaginado, los "jotes" han sido colocados en la casaí con el objetivo de romper parejas.

Por lo que a los concursantes se refiere, el reality viene a ser casi la puesta en práctica de la canción de La Gozadera. Hay desde concursantes chilenos, pasando por colombianos, cubanos, argentinos... y también españoles. Entre estos últimos, Oriana Marzoli, conocida de Mediaset y, Abraham García, DJ que participó en Gandia Shore.

Con todo, lo que sorprende del éxito del reality en España es que no se emite por televisión. Los interesados tienen que acudir a Youtube para disfrutar de las sesiones del programa. Las visitas se cuentan por millones.

Una conversación paralela -e igual de exitosa- tiene lugar en las redes sociales, donde los capítulos de Doble Tentación son Trending Topic.

El precedente español: Confianza Ciega

El formato de Doble Tentación nos lleva a pensar inevitablemente en Confianza Ciega, reality que emitió Antena 3 en el 2002, cuando empezaba la fiebre de este tipo de programas.

Versión adaptada de un reality de la Fox norteamericana, Confianza Ciega reunió a tres parejas en un paraje costero de Portugal, donde tenían que resistir a la tentación de intrusos seductores y seductoras.

La audiencia de la versión española no fue la esperada... Ha hecho falta que llegara la chilena, 15 años después, para pisar fuerte.