¿Cómo tienen que ir los diputados y diputadas al Congreso, al Parlamento o a cualquier institución legislativa? En pleno siglo XXI la respuesta tendría que ser una sola: como les salga del moño. Respetando unos mínimos de higiene (aunque la suciedad de alguno de ellos es más interior que exterior), afortunadamente hace tiempo que los códigos sobre cómo tienen que vestir o dejar de vestir los políticos en las cámaras parecen aparcados. A menudo vemos a diputados de la CUP con camisetas con mensajes reivindicativos, hay quien viste jerséis de cuello alto incluso en verano u otros que no se quitan la corbata y la americana ni que los maten. En el Parlamento británico, sin embargo, la imagen de una política ha despertado la habitual ración de comentarios vomitivos en la red. 

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@tracybrabinmp

Tracy Brabin, miembro de la oposición por el Partido Laborista, fue este martes a la sesión habitual a la Cámara de los Comunes. Lo que llevaba puesto tendría que ser irrelevante, pero fue ver su intervención por televisión y empezar a hervir las redes llenas de ridículos indignados por el vestido que llevaba. Un vestido que dejaba al aire su hombro derecho. "¿Es una vestimenta apropiada para el Parlamento?", "Golfa, ¿vas a una fiesta de fulanas?", "La Cámara de los Comunes no es un pub nocturno, ¿acabas de venir de fiesta?" o "cree que está buena, pero no, se cree que tiene veinte años menos"... Repugnante. Este es el nivel de los abyectos comentarios que ha tenido que sufrir por esta imagen.

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@LawrenceDovey

Su respuesta tendrían que enmarcarla:

Traducido, es tan demoledor como parece: "Lo siento, no tengo tiempo de responder a todos los comentarios, pero puedo confirmar que no soy... Una puta. Con resaca. Una ramera. Ni estoy a punto de dar de mamar. Ni voy enchufada ni borracha. Ni acabo de pegar un clavo encima de la tapa de un cubo de basura. Quién me iba a decir que la gente se excitaría tanto con un hombro desnudo...". Sopapo con la mano abierta y el hombro al descubierto.