Paz Padilla no pasa por su mejor momento. La gaditana abandonó ‘Sálvame’ de forma abrupta hace casi un mes tras su tenso cara a cara con Belén Esteban. A la de Paracuellos no le gustaron nada sus últimas palabras acerca de las vacunas. Aunque la presentadora se intentó defender, diciendo que sus palabras estaban fuera de contexto, ella misma expuso que las vacunas no servían para nada con las nuevas variantes. Sin embargo, los resultados son totalmente contradictorios a sus palabras. En el plató se respiró un aire muy contaminante, aunque no se afirmó se llegó a intuir que Paz Padilla podría engañar a la audiencia y no estar vacunada. Esto le molestó y se marchó.

La actriz cree que en ‘Sálvame’ se ha dañado su imagen y no se la ha tratado con respeto, por este motivo su regreso pende de un hilo. La productora le habría pedido que regresase, pero ésta se ha negado por el momento. No le hace el trabajo, así que no tiene ninguna prisa. Estaría valorando la posibilidad de abandonar, pero si algún día vuelve quiere que sea por su propia decisión. Necesita tiempo para pensar y reflexionar, es una situación muy difícil y han pasado muchas cosas en muy poco tiempo.

Alba Santana Lecturas

Revista Lecturas 

Problemas en Cádiz 

Pero parece que esto es una época mala para Paz Padilla. No solo fracasa con su trabajo en televisión, sino que también le surgen problemas en su día a día. Hace unas semanas, salió a la luz la última compra de la madre de Anna Ferrer, un piso en Cádiz valorado en un millón de euros. Esto hizo presagiar que podría ser para su retiro. Ella quiere envejecer en su ciudad natal. Sin embargo, no ha empezado con muy buen pie. Ya se ha puesto a todos los vecinos en contra.

Paz Padilla piso

Paz Padilla / REDES

La revista Lecturas desvela que se encuentra en una batalla legal con sus nuevos vecinos. Estos han valorado la posibilidad de denunciarla. La actriz habría construido unas ventanas en una zona común, sin haberlo consultado antes con el resto de la comunidad.

Es un piso con unas espectaculares vistas al mar. Cuenta con 316 metros cuadrados. Ella misma ya ha enseñado algunas fotografías en sus redes sociales. Dispone de cinco dormitorios, cuatro baños, un cuarto de servicio, un vestidor, un lavadero, amplia cocina y hasta seis terrazas.

Y no es su único problema en Cádiz. Su tienda ‘NO NI NÁ’, que comparte junto a su hija Anna Ferrer, echó el cierre temporalmente por la escasez de venta en estos meses de invierno, donde la localidad de Zahara de los Atunes cuenta con poco turismo.