Ser periodista, y culé, muy culé, y cubrir información deportiva en Madrid, y en medios madrileños, tiene mérito. Madridismo en vena en la capital, a menudo, madridismo sociológico, y él, casi solo, defendiendo a capa y espada los colores azulgranas en tertulias y programas. Pero él puede con eso y mucho más. Primero, porque es un periodista de cabo a rabo, con una larga trayectoria y profesionalidad. Pero también, porque su carácter ayuda. Afable, socarrón, irónico, muy inteligente y con el punto perfecto de vacilón, cuando los merengues van, él vuelve. Hablamos del gran David Sánchez.

El de Barcelona, de 50 años, hace mucho tiempo que vive y trabaja en Madrid. Habitual de programas deportivos, le vemos y le oímos en la tele y en la radio en mil tertulias en Radio Marca, TVE o Mediaset: Estudio Estadio, El Golazo de Gol, Cope, Tiki Taka, Futboleros..., así como en Catalunya Ràdio o en el Onze de TV3. Especialmente recomendable es el programa que dirige y presenta cada día de 10 de la mañana a 11, en Radio Marca, donde regala a los oyentes su particular visión de los temas deportivos, el deporte en su vertiente más desenfadada, los momentos más curiosos del deporte "y la música más molona en 'Despierta San Francisco' Radio MARCA".

Los que lo conocen, dicen de él que es un tipo que vale mucho la pena, el alma de la fiesta, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, quien fue pareja de Sara Carbonero mucho antes que Íker Casillas, es alguien que cuando está con sus amigos, se deshace por ellos y te hace sentir como en casa. Y si le apetece invitarles a tomar alguna cosa, lo hace encantado de la vida... Pero ahora, este espíritu generoso le ha jugado una mala pasada. Un golpe en los morros por cortesía del aeropuerto de Madrid, donde, por lo que ha mostrado, casi ha tenido que pedir un crédito al banco. Un atraco a mano armada en toda regla, con nocturnidad y alevosía, o en este caso, a plena luz del día y alevosía. Y es que realmente, cuando el bueno de David ha invitado al grupo con el que estaba a tomar algo, poco se esperaba el sablazo que le cobrarían en uno de los bares del aeropuerto Adolfo Suárez - Madrid Barajas.

Explica David que "Vamos de viaje, somos 6 y como soy un valiente digo, 'este almuerzo lo paga el menda'"... Y el menda se ha quedado de pasta de boniato cuando le han dado la cuenta, que ha compartido con sus seguidores en redes. Un explícito "patapammmmmmm, la madre que me parió" define el total del desayuno. ¿Qué se han pedido el periodista y sus colegas?: cuatro bocadillos de jamón, uno de salmón, dos cafés con leche, dos aguas sin gas y una copita de vino tinto... ¿Cuánto dirían que le ha costado?... Ni se acercarían. Ni más ni menos que 95,85 eurazos... De traca:

No descartemos que el propietario del establecimiento fuera un merengue de cuajo y que haya reconocido a David y haya pensado: "Te vas a enterar"... A este paso saldrá más a cuenta coger un vuelo transoceánico que desayunar en el aeropuerto de Madrid.