Este no ha sido un lunes cualquiera en El món a RAC1. Y ya muy temprano se ha podido comprobar. El delantal de Jordi Basté de primera hora ya ha dejado clara la alegría que el periodista y todo el equipo del programa tenían este 5 de octubre. Después de hablar del positivo por coronavirus de Donald Trump y de la "justicia poética", Basté ha puesto encima de la mesa otro concepto, "realidad mágica" y el nombre de alguien mucho menos conocido que el presidente norteamericano, pero para mucha gente, especialmente en RAC1, mucho más importante: el de Dani Simón.
Dani Simón (RAC1)
Dani es técnico en la radio, "una persona a quien he visto cada día durante 3 horas en este programa haciendo como técnico, la parte informativa de 'El món a RAC1'". Después de dar positivo por coronavirus el pasado mes de marzo, "hoy, siete meses después, vuelve a trabajar. La alegría de verlo de nuevo es inenarrable para todos nosotros, pero las noches en las UCIs del Clínico, las dudas sobre el futuro, el ahogo, las angustias, sólo las puede explicar él". Y él las ha explicado. Ha dejado los botones, se ha sentado en la otra parte del cristal y ha emocionado a Basté y los oyentes delante del micro.
Jordi Basté (@jordibaste)
"No quiero pensar mucho en aquel momento porque me produce desazón y angustia. Al principio no tenía miedo, pero vas viendo las noticias y ves que no solo son personas mayores, también gente joven. Y cuando ves que te envían al hotel y cuando en menos de 24 horas te vuelven a ingresar, aquí ya sufres". Más de medio año enfermo, entre hospitales, hoteles médicos y casa, y con unas secuelas que le tardarán más de un año en desaparecer: "Tengo en el pulmón una calcificación que me produce fatiga".
Jordi Basté y el equipo de 'El món a RAC1' (@jordibaste)
Poco a poco ha podido ir volviendo a la normalidad, "Uno de los mejores días es cuando me dicen que puedo hacer un poco de deporte, correr haciendo 'trote cochinero'", e incluso, casarse con su pareja, que también sufrió coronavirus. Una noticia que le ha alegrado el día a muchos oyentes, y a sus compañeros de trabajo. Nos sumamos a la satisfacción que ha demostrado en antena. Y como ha dicho Basté: "la suya es una fotografía que tendría que ir a parar a los despachos de Trump, Bolsonaro y Johnson".