Dani Alves ha rehecho su vida y la mejor noticia es un bebé, una niña, la hija que espera con su segunda mujer, el modelo canario Joana Sanz. Alves es inocente de la acusación de violación que lo llevó a juicio y por la cual fue primer condenado y después absuelto. Pasado todo el alboroto lo que queda es lo que dice la Justicia: aquello que sucedió al WC de Sutton fue sexo consentido, no hay pruebas que demuestren el contrario. Una cosa es la verdad judicial y otra bien diferente es que la opinión pública siga considerando Alves culpable. Alves es inocente y todo el sistema así lo ha determinado. La vida sigue para todos. La chica que lo acusó está pendiente del recurso al Tribunal Supremo, que podría revocar la absolución pero según fuentes jurídicas es improbable que lo condene por como sentenció el TSJC.
El matrimonio Alves-Joana Sanz sigue viviendo en Catalunya, aunque la modelo canaria se compró una casa en las Islas para volver, pero todo indica que parirá en Barcelona. Cada día está más cerca de verle la cara a su hija, que ya tiene nombre. La pista es que en la habitación de la niña, que ya tienen preparada, hay una figura con una inicial que obviamente es la de la niña: una jota. Podría ser que la hija de Dani Alves y Joana Sanz se llame Joana, como su madre, una superviviente por todo lo que ha tenido que pasar: problemas de gestación y de fertilidad mientras su marido le había sido infiel con una desconocida en un WC de Sutton y después acusado de violación. Joana lo tiene fácil si quiere que la niña sea una amazona, una mujer contra todo, que se llame como ella Joana. Y es un nombre catalán. Y si tienen que escoger apellido que se ponga primero el apellido de la madre, por coherencia y porque el apellido Alves está estigmatizado.
Tal vez la niña se llame Jennifer o Juliana pero conociendo la pareja, es fácil que Dani Alves haya querido que su hija, la que lleva su sangre y su ADN, reciba el nombre de la mujer que lo ha acompañado en la experiencia más traumática de su vida: ser acusado de violación e ir a la prisión, la provisional y la de la primera condena. Y después resultar que todo fue un error judicial, y tres jueces del TSJC determinaron que Alves no merece pagar ningún reproche penal por lo que pasó a Sutton. Joana Sanz tuvo sus dudas, su crisis en la relación con el exfutbolista del Barça pero la niña, más que buscada, perseguida, ha llegado para poner paz, reconciliación y serenidad en una nueva época para los dos. A partir de ahora de los tres.
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