Si Dani Alves no existiera, haría falta inventarlo. El jugador brasileño es una rara avis, un genio, un futbolista inclasificable, no tanto por como juega, que también, sino especialmente por su carácter. Un disfrutón, una persona que vive la vida al máximo y está encantado de ser un privilegiado, haciendo lo que más le gusta y disfrutando como un niño pequeño con todo lo que hace.

Cuando juega a fútbol, cuando baila, cuando está con su pareja... No hay momento para el lateral brasileño que no valga la pena vivirlo con una sonrisa de oreja a oreja. El futbolista con más títulos de la historia, 46, tiene otro título que no le puede disputar nadie: exprimir todo el jugo a la vida.

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Dani Alves / FCB

El brasileño ha sido uno de los cuatro jugadores fichados por el Barça en este mercado de invierno. A sus 38 años, continúa indiscutible y es básico para Xavi Hernández. Por su fútbol, por sus narices, por su experiencia y por su alegría en el vestuario. En poco tiempo vuelve a ser el ídolo de la afición azulgrana.

Alves es un ganador y ha vuelto al club de su vida a seguir ganando títulos. Y de momento, se ha ganado a pulso la banda derecha en la Liga. En la Europa League no podrá ser, porque él fue el descartado por el de Terrassa. Pero de momento, ya ha regalado actuaciones excepcionales.

Para lo bueno y para lo malo, hay que decir. Por ejemplo, el último partido en el estadio contra el Atlético de Madrid. Los minutos que estuvo encima del césped, fue el mejor. Asistencia a Jordi Alba, gol y pieza clave entre líneas, combinando el lateral con el centro del campo.

Por desgracia, una entrada a destiempo a Carrasco le valió una tarjeta roja y lo expulsaron. Está claro que no tenía intención de hacerle daño al jugador colchonero, pero desgraciadamente, el brasileño fue a vestuarios antes de tiempo.

"Es ridículo pensar que un compañero de profesión va hacer daño al otro a propósito….. jugamos un deporte de riesgo y acidentes pasan y no tiene porque ir a más. De todas formas Carrasco, lo siento por el accidente otra vez", dice.

A pesar de las disculpas, el comité de competición lo ha sancionado con dos partidos. Al saberlo, Alves ha escrito un mensaje brutal, con una foto donde se le ve en el Camp Nou, ondeando esteladas. Una galleta dirigida a los que mandan en el fútbol español: "Me había olvidado lo de aquí!!!.

Sus seguidores no lo han olvidado y aplauden con las orejas el mensaje. Sus detractores han empezado a sacar bilis por la boca:

Dani, bem vindo.