Tamara Falcó es la hija mediana de Isabel Preysler y es la más popular. La mayor, Chabeli Iglesias, vive en los EE.UU. y pocos la recuerdan. Y la pequeña, Ana Boyer es discreta y solo ejerce de mujer del tenista Fernando Verdasco. En cambio, Tamara es un icono de la pijería madrileña, por cómo habla, por cómo piensa, por cómo viste, incluso por sus ideas ultracatólicas. Solo ha tenido un novio, con quien se casó por la Iglesia después de haberle perdonado serle infiel. Tamara aparece en muchos programas de TV haciendo de jurado de talent show en Telecinco o de tertuliana política en El hormiguero. No tiene demasiado que decir y no dice demasiado, pero para muchos es un imán por esta mezcla de naif, rica, frívola, clasista, católica y alienada. Siempre parece que vive en otro mundo.

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Tamara Falcó en El hormiguero, GTRES

Tamara es la marquesa de Griñón, y como aristócrata y católica tiene muchos seguidores conservadores que no le han perdonado la frivolidad de Instagramer. Todas las personas, especialmente mujeres, que viven de Instagram tienen una máxima para aumentar los followers: colgar fotos en bikini o con poca ropa. Desde de Úrsula Corberó a Laura Escanes. Tamara Falcó ha caído en el exhibicionismo de Instagram y ha colgado una foto que no tiene nada escandaloso pero que no es propia de ella: Tamara Falcó en un colchón de agua dentro de una piscina haciendo toples. Dos detalles para contentar a los católicos: se quitaba la parte superior del bikini a la piscina pero para la foto aparece de espaldas, sabiendo que Instagram censura los pechos y los pezones, excepto si son masculinos. El otro detalle es que sobree l pecho tiene la medalla de la Virgen María en plata con un baño de oro y zafiros diseñada por ella.

Tamara Falcó y su polémico topless, Instagram
Tamara Falcó y su polémico topless, Instagram

Teniendo 1,6 millones de followers era previsible que los más conservadores no le perdonarían esta frivolidad típica de Instagramer. Algunos comentarios la acusan directamente "Mala cristiana" o le reprochan que "Siendo católica no entiendo bien esa foto casi desnuda e insinuante". Consideran que no se puede ser cristiano, hacer toples en una piscina y después exhibirlo en las redes sociales. En Telecinco han montado un debate sobre la polémica con los tertulianos defendiendo la foto en Vamos a ver donde la presentadora es favorable a Tamara:: “Yo tengo que decir que me parece absurdo. Cada uno que piense lo que quiera, pero ligar la fe a que se haga una foto enseñando la espalda me parece absurdo. El problema lo tienen las personas con mentes calenturientas por ver en esa foto connotaciones eróticas”Alessandro Lequio, que se hizo famoso mostrando los genitales en un yate en unas fotos de Interviu remacha el clavo: "Son fotos que exudan castidad.Que se metan en sus pecados y dejen las conciencias tranquilas. Esto es un problema de mirada sucia”. El problema es que Instagram contiene intrínsecamente un pecado: la vanidad.