Cristina Pedroche, 36 años, vive uno de los momentos más intensos de su vida. Trabajo, maternidad, deporte. Todo a la vez. Todo rápido y real. Y, según ella misma repite, la clave es simple: “Rapidez y eficacia”. Esa es su filosofía. Su forma de sobrevivir al día a día. Su manera de entrenar cuando el tiempo desaparece entre biberones, grabaciones y agendas imposibles.
La presentadora regresó a la televisión después del nacimiento de su segundo hijo, Isai, y su presencia volvió a levantar titulares. Primero por su entrevista en televisión. Después, por sus confesiones. Y finalmente, por su forma de entrenar. Una rutina pensada para mujeres que, como ella, viven con el reloj en contra. Con poco sueño. Con miles de tareas. Con la sensación de no llegar. Pero aun así, quieren sentirse fuertes.
Cristina Pedroche intenta compaginar su segunda maternidad con llevar una vida saludable
Pedroche siempre ha sido disciplinada. Lo muestra a diario en sus redes. Más de 3 millones de seguidores observan cómo combina looks, maternidad y deporte. Pero desde hace algunas semanas, comparte algo más valioso: su método. Su manera de entrenar cuando el tiempo escasea. Rutinas cortas e intensas.

Lo resume con una frase: “Hay semanas que saco 4 o 5 días. Otras, si entreno 2, ya lo celebro”. Su honestidad engancha. No idealiza. No presume. Sabe lo que es entrenar en casa mientras un bebé llora. Sabe lo que es detener una serie para dar de comer. Sabe lo que es correr detrás de una niña entre sentadillas. Por eso repite que no siempre termina el entrenamiento completo. Y que no pasa nada.
Su fórmula tiene tres pilares. Primero, fuerza. Ella hace unos 40 minutos de pesas en casa. Rápido. Directo. Sin distracciones. Segundo, yoga y estiramientos, al menos una vez por semana. Para respirar. Para volver al centro. Para no romperse. Y tercero, algo inesperado: el pádel. Su refugio mental. Su momento de desconexión. Su única hora sin interrupciones.

Organizarse bien es básico para que el entrenamiento sea rápido y eficaz
La organización es otra de sus armas. Lo cuenta sin misterio. “Cuando voy al pádel, Isai se queda con mi madre. Yo me llevo a Laia. Se queda con Dabiz cuando él termina. Tenemos el mismo profesor. Cuando uno acaba, empieza el otro.” Una coreografía familiar pensada para que cada minuto cuente. Para que la pareja entrene sin perder tiempo. Para que ninguno renuncie.
Pero lo que más interés ha despertado es su rutina exprés. La que hace cuando la agenda aprieta. Circuitos de pesas rápidos y eficaces. Solo 10 repeticiones por ejercicio. 4 o 5 rondas, según el tiempo disponible. Un entrenamiento adaptable. Realista. Pensado para mujeres que no pueden dedicar una hora al gimnasio. Pero sí 15 o 20 minutos para ellas mismas.
Porque para Pedroche, ponerse en forma no es cuestión de estética. Es salud y equilibrio. Es resistencia emocional. Ya sea subiendo escaleras, haciendo yoga, corriendo detrás de los niños o golpeando una pelota de pádel, insiste en lo mismo: moverse es imprescindible.