Parece que el futuro de Cristiano Ronaldo sobre los terrenos de juego está definido. El delantero portugués jugará en el Al Nassr a partir del 1 de enero de 2023. El anuncio oficial no tardará en producirse. Pero aunque cambie de equipo y de país, hay costumbres que seguramente mantendrá a corto, medio y largo plazo. Esas que tienen que ver con su aspecto físico.

Después de salir del Real Madrid, Cristiano ha ido cuesta abajo. Pasó tres temporadas en la Juventus de Turín, donde fue protagonista en un equipo que pasó de ganar la Serie A nueve años seguidos a verse en apuros para entrar en la Champions League, así como de jugar dos finales de la Liga de Campeones en tres años a no pasar de cuartos de final en las ediciones en las que CR7 formaba parte del conjunto italiano.

Cristiano Ronaldo no levanta cabeza

Tras su paso por el conjunto transalpino, el luso regresó al Manchester United. Llegaba como el gran salvador de un conjunto que estaba en horas muy bajas. Pero en una temporada y media no ha sido capaz de mejorar la situación. Y no solo eso. Se convirtió en la oveja negra a causa de su carácter altivo que le lleva a culpar al resto de sus desgracias. Y es que la mala trayectoria del equipo de Old Trafford, al menos para él, era responsabilidad del resto. Así las cosas, en el United le mostraron la puerta de salida y llegaron a un acuerdo para rescindir su contrato.

Mientras tanto, Cristiano ha hecho el ridículo en el Mundial de Qatar 2022. Volvió a hacer gala de su ego y nulo compañerismo, celebrando un gol que no anotó e insistiendo hasta la saciedad que había rozado el balón con la punta de un pelo. Y cerró el campeonato como suplente. Entró desde el banquillo en los dos últimos partidos de Portugal. Y cuando entró apenas aportó nada al equipo. Como del Manchester United, también se fue de Qatar por la puerta de atrás.

El crack esperaba firmar alguna buena actuación en la competición internacional con la esperanza de que algún grande de Europa le abriera las puertas. Pero ningún club de la élite lo quiere en sus filas. Y la única opción que le ha quedado es marcharse a Arabia para seguir jugando. Allí les sobra el dinero y les da igual invertirlo en un jugador acabado. Aunque teniendo en cuenta le nivel de la competición en la que jugará, se hace valer el dicho de que el tuerto es el rey en el país de los ciegos.

Cristiano se somete a una intervención para aumentar el tamaño de sus partes íntimas

Pero por muchos cambios de ciudad que haga Cristiano Ronaldo, hay cosas que nunca cambiarán. Por ejemplo, su ego y su obsesión con su físico. Le encanta presumir de músculos. Y por si se le empieza a caer el pelo, cuenta con sus clínicas Insparya hair Clinic, especializadas en el tratamiento capilar.

Tal es su obsesión por lucir un físico perfecto que incluso se ha inyectado bótox en varias partes del cuerpo, incluidas las zonas íntimas. Así lo aseguró el diario La Razón, que publicó que CR7 se había inyectado bótox en el pene. Una intervención a la que se suelen someter los actores de cine para adultos, que es reversible y que no necesita puntos de sutura.

Mediante este tratamiento se consigue aumentar el diámetro del pene entre 1 y 2,5 cm. Y dicen que también aumenta el placer de quien se somete a él. Unos efectos que tienen una duración de entre 18 y 24 meses.