Empieza una nueva temporada y empezamos, de nuevo, ilusionados con el Barça femenino. El equipo culé ha demostrado que, a pesar del adiós de muchas jugadoras queridísimas durante el mercado de verano, sigue arrasando a sus rivales de la liga española y, después de cuatro partidos, han protagonizado cuatro goleadas. 8-0, 1-8, 4-0 y 0-5, en lugar de partidos de fútbol, parecen partidos de tenis con sets más largos. Realmente, encender la televisión para ver a las culés es una joya porque te aseguran diversión, buen juego y goles, muchos goles. El combinado blaugrana vuelve a generar euforia y todo es gracias a su espectacular plantilla. Desde las últimas Balones de Oro hasta la trofeo Kopa, pero una de las capitanas del barco es Irene Paredes.

Defensa, contundente y con un liderazgo espectacular, la futbolista ha demostrado temporada tras temporada que está on fire cada vez que aparece en los terrenos de juego. Desde defender férreamente a las atacantes rivales hasta marcar algunos goles de cabeza decisivos en acciones de balón parado. Irene Paredes es magia, euforia y fútbol en estado puro, pero cada vez que llega a casa después de un día duro de entrenamiento está todavía más de enhorabuena. Al lado de su pareja, Lucía Ybarra, forma el dúo más consolidado de todo el vestuario y la plantilla estalló el 12 de septiembre de 2021, cuando dieron la bienvenida a Mateo, su hijo. Con una fotografía desde el hospital, las dos culés no podían estar más de enhorabuena y, desde entonces, la pareja se ha llenado la agenda de planes con el pequeño.
Esta semana, que se llevan a cabo las actividades de La Mercè, era una obviedad que las culés tendrían algún rato libre para disfrutar de los amigos y de la familia y la pareja nos ha tocado la fibra en el sitio más mítico de Barcelona, la Sagrada Familia. Con una fotografía espectacular, Irene, Lucía y Mateo han enamorado a los culés. El hijo, abrazando a Lucía, mira hacia arriba admirando la altura del edificio. Entre los colores del monumento, el azul del cielo y la felicidad que produce la escena madre e hija, nos imaginamos a Irene Paredes, detrás de la cámara, cayéndosele la baba. Aparte de mencionar a la pareja, la culé ha escrito un corazón entre las dos figuras. Simplemente, espectacular.

Irene Paredes está on fire y lo demuestra dentro y fuera del campo. El equipo femenino arrasa porque todas las jugadoras tienen una calidad espectacular y ya nos frotamos las manos para que llegue el fin de semana para volver a ver una auténtica goleada. Si, además, cada vez que tienen rato libre se deleitan mirando edificios catalanes, los culés no pueden estar más contentos. Irene Paredes es una capitana en todos los aspectos de su vida, pero tiene clara una cosa, no hay mejores trofeos para levantar que los que tiene en casa: Mateo y Lucía.