La celebración este sábado, 12 de mayo, de la 53 edición de Eurovisión, vuelve a poner sobre la mesa el debate de la presencia de Catalunya como país participante en este festival europeo de la canción que, de hecho, no representa a estados independientes, sino a corporaciones televisivas. Más allá del episodio de Josmar del 1998, el caso es que TV3 reúne, desde su fundación en 1983, todos los requisitos para participar, y si no lo ha hecho ha sido, principalmente, por la negativa del gobierno español y de RTVE a permitirlo. Un hecho que, en las actuales circunstancias políticas, toma relieve en tanto que la participación catalana se traduciría en una herramienta para la proyección y el reconocimiento de la lengua y cultura catalanas y, también, en un activo más en la internacionalización de la independentismo catalán.

La UER agrupa desde 1950 la inmensa mayoría de las corporaciones públicas audiovisuales europeas y de los países vecinos: 73 corporaciones de 56 países en total. Esta red europea vela por el fomento del servicio público audiovisual de calidad a través de la coordinación y la cooperación de las emisoras miembros. El organismo europeo no sólo reúne corporaciones nacionales, también las de ámbito regional han encontrado una fórmula para formar parte.

Según el artículo 3.4 de los estatutos de la organización, las televisiones que representan a un área lingüística propia de un Estado plurilingüístico se consideran corporaciones nacionales y, por lo tanto, pueden pedir su adhesión al órgano europeo. Televisió de Catalunya, dentro del espacio catalán de comunicación con una cobertura plena por los territorios de habla catalana, cumple las condiciones de acceso a la UER.

Historia de Catalunya en Eurovisión

Aunque TV3 tiene la ley de su lado, el gobierno español y la dirección de la televisión estatal han impedido, reiteradamente, el ingreso catalán al organismo europeo. La disposición adicional quinta de la Ley del Tercer Canal (1983) tenía que permitir la adhesión de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió (CCRTV) a la red europea mediante un Real Decreto, pero este quedó en el cajón por orden ministerial durante el mandato de los directores de TVE Pilar Miró y Luis Solana.

El año 1998, cuando se cumplieron 30 años del veto franquista a Serrat y su La, la, la en catalán por el Festival de Eurovisión 1968, TV3 presentó su primera candidatura al concurso europeo de la canción, pero no participó formalmente. Sólo de forma lúdica y reivindicativa, el programa Malalts de tele de Toni Soler apadrinó al cantante gerundense Josmar y És super fort, que promocionan la lengua y cultura catalanas dentro y fuera nuestras fronteras.

Sin embargo, el debut de Andorra en el certamen en el 2004 es, para los aficionados catalanes de este espectáculo, el más cerca que ha sido nunca Catalunya de competer a Eurovisión. En este caso, TV3 se implicó de lo lindo con Andorra Televisión por la primera candidatura andorrana y el estreno del catalán en el festival. La coproducción 12 punts se emitió en ambos territorios y los espectadores pudieron votar por su propuesta preferida: Marta Roure y Jugarem a estimar-nos.

A raíz de un acuerdo del Congreso de los Diputados el año 2006, la CCRTV solicitó por segunda vez su ingreso a la UER. La resolución de la red europea en el 2007 negó la entrada a la corporación catalana esta vez porque no cumplía los requisitos de corporación nacional. Sin embargo, desde que los estatutos de la organización europea cambiaron en el 2013, la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) se ajusta a los criterios de entrada como miembro de pleno derecho.

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Las naciones sin Estado de Europa a los concursos de la red de Eurovisión

Eurovisión es una herramienta de proyección y reconocimiento internacional, no sólo para los países que participan, también para los que aspiran a participar algún día. Al caso catalán, se suman Escocia, Groenlandia y las Islas Feroe, que ya han manifestado su voluntad de adherirse a la UER y participar en sus concursos. Por el otro lado, se encuentra Kosovo con un pie dentro y el otro fuera, o los dos en el caso de Gales, dentro del organismo.

La televisión pública galesa es un referente para las emisoras de las naciones sin Estado de Europa porque es miembro activo del organismo europeo, desde 1982, con el visto bueno de la cadena británica BBC. Gales es una de las naciones constituyentes del Reino Unido y puede participar, en nombre propio, en los acontecimientos internacionales. En este caso, los galeses competen desde 2017 al Festival de Eurovisión de Corals, donde se han llevado su primera medalla de plata, y debutarán este 2018 en el Festival de Eurovisión junior. 

Con respecto a Kosovo, que celebra 10 años de independencia, preveía competir en el famoso concurso europeo esta edición. Los kosovares tienen el apoyo de la UER para participar, a pesar de su reconocimiento internacional limitado, pero tienen condicionado su estreno en Eurovisión a la consecución de un acuerdo con el país que organice el espectáculo. Este año, sin embargo, con la vuelta de Rusia a la competición y los vetos serbio y español, se quedará en casa.

Con el precedente kosovar, la República catalana no necesitaría el pleno reconocimiento de la comunidad internacional para su participación a Eurovisión, aunque vería sus posibilidades reducidas por el veto español y el de otros países. Por la contra, una Catalunya con más autogobierno, también podría competir en los concursos de la UER siguiendo la vía galesa, es decir, por un acuerdo con TVE o bien, la vía andorrana, a través de una nueva candidatura conjunta.

11 artistas catalanes han representado en el Estado español en el Festival de Eurovisión, y ninguno de ellos con una canción en catalán: Víctor Balaguer (1962), Josep Guardiola (1963), Salomé (ganador en el año 1969), Peret (1974), Bacchelli (1981), Nina (1989), Sergio Dalma (1991), Beth Rodergas (2003), Rodolfo Chikilicuatre (2008), Manel Navarro (2017) y Alfred Garcia (2018). La presencia de la lengua catalana al certamen fue una iniciativa de Andorra durante sus años de participación (2004-2009).

En la edición de este año, todavía no hay un claro vencedor, aunque las candidaturas de Israel, Noruega, Estonia, Francia, Chequia, Chipre y Bulgaria tienen muchos números de llevarse la victoria. Por otra parte, el Estado español, que se sitúa cerca de los 10 preferidos, no ha acabado de convencer la prensa y los aficionados durante los ensayos. Más allá de Alfred Garcia, Polonia pone el toque catalán de este año con una candidatura que promociona la ciudad de Barcelona.

Este artículo forma parte del proyecto "Eurocat, el Festival de Eurovisión en catalán" de Joel Cava. El libro, una iniciativa personal, estará disponible al público en los próximos meses.