Empieza a ser habitual ver en determinados programas de televisiones estatales, personajes que no se cortan un pelo a la hora de vomitar su catalanofobia o hacer comentarios abyectos, perdonando la vida a los catalanes por existir. Y lo que es más preocupante, cuando lo hacen no se les echa inmediatamente de los programas o se retractan. Todo lo contrario, siguen como si nada. Con Catalunya, todo vale. Pero es asqueroso ver la impunidad con la cual muchos invitados y colaboradores se mueven cuando van a según qué canales. Como por ejemplo, en Cuatro, en el programa Horizonte del presentador Iker Jiménez.

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Íker Jiménez / @navedelmisterio

Uno de los contertulios, José Cabrera, hablaba del espionaje, del CNI, de Pegasus y del CatalanGate. Y tan tranquilo se permitió el lujo de vomitar expresiones violentas contra los catalanes espiados con el programa Pegasus, y dejó ir que él prefiere hablar de "catalinos", una expresión catalanofóbica. El tal Cabrera, incluso, afirmó que él en vez de espiar les habría apaleado...  "La cuestión es que la directora del CNI dice: por autorización judicial he espiado a los catalanes. No está mal. Yo les habría dado una somanta de palos (sic). Pero bien, tanto da. Porque son unos mequetrefes que están intentando cargarse el Estado. Se les espía con autorización judicial. Punto"", soltó. En plató se escucha alguna risa, el presentador hace como si nada, todo el mundo le escucha y no hay nadie que tenga un mínimo de decencia para decirle cuatro cosas bien dichas a este perdonavidas chulopiscinesco salido de vete a saber dónde. Un macho alfa cromañonesco que seguro que después de decir eso, se rascó la entrepierna, orgulloso de su patriotismo con tufo de Baron Dandy y palillo en la boca.

Las palabras en el programa de Cuatro, ante la pasividad de Iker Jiménez, han provocado una avalancha de reacciones después de escuchar a este impresentable:

Quien ha sido tanto o más demoledora que estos espectadores ha sido una Pilar Rahola que no se ha mordido la lengua y ha resumido a la perfección lo que ha visto. La escritora ha utilizado tres adjetivos y un sustantivo para dejar claro lo que le evoca esta España primitiva, retrógrada, representada por carcamales de esta calaña como el tal Cabrera:

Centria, fascistoide y catalanófoba. La boina. No se puede resumir de la mejor manera.