Los culés todavía alucinamos de cómo es posible que el Real Madrid haya podido eliminar al Manchester City y se haya clasificado para las semifinales de la Champions después de derrotar al conjunto de Guardiola en la tanda de penaltis del partido de vuelta de cuartos jugado en el Etihad Stadium. El repaso del conjunto sky blue a los merengues fue de tal magnitud que los de Ancelotti jugaron los 120 minutos (los 90 de rigor y los 30 de la prórroga) encerrados en su área, sacando agua de la barca, como un equipo pequeño, renunciando al ataque y defendiendo, defendiendo y volviendo a defender, casi con sus 11 jugadores colgados de debajo del travesaño de la portería de Lunin. El fútbol tiene estas cosas, a veces injustísimas, que un equipo que solo juega a no encajar y a llegar a los penaltis, consiga su premio.

Justo en este momento, cuando los jugadores madridistas corrían como locos para irse a abrazar al autor del último penalti, Rudiger, y al portero Lunin, se desató la euforia no solo de los futbolistas sino también de los aficionados del Madrid que se desplazaron a Manchester. En la otra cara de la moneda, la afición citizen, al ver cómo el defensa alemán marcaba el definitivo quinto penalti de la tanda, empezaba a desfilar, decepcionada por el resultado final. Y justo en el momento que eso pasaba, ha trascendido un vídeo de unos aficionados cuando se empiezan a marchar del Etihad con la cara triste. Uno de ellos, cerca de la parroquia merengue, baja y les muestra su teléfono móvil. Un móvil que en la carcasa, por la parte de detrás, tiene una imagen concreta: una estelada. Al verla, los tolerantes aficionados españoles madridistas han empezado a sacar espuma por la boca, insultos y "peinetas". No falla. Ven una estelada y empiezan a convulsionar como si fueran Gremlins comiendo después de media noche o a quién les cae agua. Vean la imagen y las reacciones hiperventiladas:

Cómo les indigna esta bandera. Ya lo saben los seguidores del Bayern, próximo rival del Madrid en la Champions...