Pep Guardiola nunca ha sido un hombre de decisiones previsibles. Y es que, mientras medio mundo imagina a un entrenador de su talla viviendo en una mansión interminable a las afueras, él ha optado por un camino muy distinto: un apartamento de únicamente dos habitaciones en pleno centro de Manchester. Una elección que desconcierta, fascina y revela más de su personalidad de lo que parece a simple vista. Su hogar está valorado en unos 3 millones de euros, pero lo verdaderamente llamativo no es el precio, sino lo que simboliza.

La propiedad se encuentra en el exclusivo edificio City Suites, un complejo residencial que se ha convertido en un sello de prestigio en Chapel Street. Allí, rodeado de tiendas de lujo, restaurantes cuidadosamente seleccionados y bares donde el vino es casi una religión, Guardiola ha encontrado su espacio. Nada de amplios jardines, garajes para media colección de coches ni hectáreas de terreno. Él quiere ciudad, ritmo urbano, elegancia funcional y, sobre todo, discreción.

Un apartamento pequeño, pero con servicios de hotel de cinco estrellas

El edificio City Suites ofrece una combinación de comodidades que encajan de manera sorprendente con la forma de vivir del técnico. Piscina cubierta de 18 metros, spa con sauna y jacuzzi, gimnasio equipado como un centro de alto rendimiento… Pep disfruta de estas instalaciones con una normalidad asombrosa, como parte de una rutina que le permite desconectar de la vorágine competitiva del fútbol de élite. Y es que, para él, el lujo no está en el tamaño de la vivienda, sino en la calidad del silencio, el orden y la comodidad.

Presentació llibre Jordi Basté i Ramón Cugat17
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De este modo, mientras la mayoría de entrenadores de nivel mundial prefieren esconderse en urbanizaciones alejadas del bullicio, Guardiola se mueve como pez en el agua en este concepto de hogar: pequeño, práctico, perfectamente ubicado y cuidadosamente pensado para ofrecer todo sin necesidad de nada más. Su apartamento forma parte de un complejo de 237 residencias distribuidas en 16 plantas, pero la privacidad está tan pulida que Pep ha conseguido pasar casi desapercibido.

Una decisión que dice mucho más de Guardiola de lo que parece

La elección de este apartamento no es solo un detalle curioso, sino una declaración de estilo de vida. Guardiola nunca ha buscado brillar fuera del campo. Rehúye los excesos, evita la ostentación y prefiere un espacio donde pueda descansar, pensar y vivir sin artificios. Por eso City Suites encaja con él de forma casi quirúrgica: lujo sin ruido, confort sin estridencias, exclusividad sin exhibición.

Así pues, este hogar de dos habitaciones —tan inesperado como significativo— se ha convertido en el rincón donde Pep Guardiola encuentra la calma mientras sigue transformando el fútbol desde Manchester. Un refugio urbano, íntimo y sorprendentemente sencillo para un hombre que nunca ha necesitado más para ser enorme.