No ha habido en España un jugador de golf más mítico que él, Severiano Ballesteros. Icono de este deporte, el jugador cántabro, que desgraciadamente falleció demasiado pronto, a los 54 años, por culpa de un tumor en la cabeza, es muy recordado por sus fans y evidentemente, por su familia. Ganador del British Open, del Masters de Augusta o de la Ryder Cup, Seve, como era popularmente conocido, se casó con Carmen Botín, hija de Emilio Botín, con quien tuvo tres hijos antes de separarse en el año 2004: Javier, Miguel y la pequeña, Carmen.
Y ahora ha sido justamente ella quien ha emocionado a los fans del mítico golfista. Carmen Ballesteros Botín se casó el pasado mes de mayo con el farmacéutico Juan Diego García, justo después de anunciar que están esperando su primer hijo. Fue un anuncio cuando ya estaba embarazada de cinco meses, cuando la cosa ya iba bien, y ahora que se encuentra en la recta final del embarazo, ha querido compartir con los seguidores de su padre una noticia importante. Y es que acaba de revelar el sexo del bebé que están esperando. Y no solo eso, aparte de decir si es niño o niña, ha dicho también qué nombre le pondrán. Cuatro letras que ha escrito al lado de un montón de corazones que han emocionado a todo el mundo. Y no solo por el nombre y si será niño o niña, sino también por la original manera como ha tenido de comunicarlo. Con una foto preciosa donde se la ve a ella de joven, abrazada a su padre, que seguro que estará orgulloso desde donde esté, del nombre de su nieto. Porque sí, será un niño, y sí... se llamará como él: Seve, que es como cariñosamente todo el mundo le conocía. "Baby SEVE. Te esperamos" y 30 corazones.
Un significado muy emotivo y especial, 14 años después de que el mítico Ballesteros perdiera la vida por un cáncer. Un gesto más por parte de su familia, que antes de morir, pusieron en marcha la fundación que lleva su nombre. Un nombre, el de Seve, que ha sido el escogido por su hija para ponérselo a su primer hijo. La única hija de los tres que tuvo Ballesteros con Carmen Botín, que siempre fue la niña de los ojos de su padre, y que ahora le hace este precioso homenaje bautizando así al bebé que está a punto de nacer. Un nombre que antes era mucho más habitual de poner que ahora, donde no acostumbramos a ver demasiado 'Severianos'. Un nombre que viene del latín, derivado de Severianus, que en origen quiere decir severo, estricto. Una etimología que no ha escogido la madre precisamente por su significado, sino por el vínculo con el difunto y recordado abuelo de la criatura.
Un momento que está a punto de llegar, el del nacimiento del pequeño Seve, mientras Carmen Ballesteros continúa con sus funciones dentro de la Fundación Severiano Ballesteros, donde tanto ella como sus hermanos Javier y Miguel continúan con el legado de su padre mediante esta institución, establecida por el propio golfista en el año 2009 para la investigación clínica de los tumores cerebrales.