La tranquilidad en la urbanización donde residen Carlo Costanzia y Alejandra Rubio ha saltado por los aires tras las demoledoras palabras de Carlo Costanzia di Costigliole, exmarido de Mar Flores, contra su antigua pareja. Justo en el cumpleaños número 56 de la modelo, el aristócrata italiano decidió airear viejos rencores en televisión, apuntando directamente a la maternidad de Mar como origen de los problemas de su hijo.

“Lo que yo he sufrido con Carlo por culpa de la madre podría escribir tres libros. Los problemas que ha tenido Carlo los ha tenido por el estilo de vida de la madre. Cuando le hacían bullying en la escuela no era porque le dijeran que ella hacía un programa de televisión, era porque le decían lo que hacía la madre", sentenció sin titubeos en una intervención que ha dejado atónitos incluso a los más allegados al clan Costanzia. La bomba mediática no solo ha salpicado a Mar, sino que ha terminado por reventar la ya delicada estabilidad emocional de Carlo hijo, quien optó por un silencio que grita más de lo que calla.

Condena judicial y escándalo familiar: una mezcla explosiva

Como si las palabras del padre no fuesen suficientes, la reciente condena en Italia contra los hermanos de Carlo —Pietro y Rocco— por intento de homicidio y complicidad ha sumido al actor en un estado de nervios al límite. Fuentes próximas a la familia aseguran que los ánimos en el hogar compartido con Alejandra están más tensos que nunca. Vecinos de la exclusiva urbanización de Aravaca relatan una escena propia de un drama familiar en su punto álgido. “Gritos, golpes y portazos durante horas”, aseguran quienes residen en el mismo edificio, dejando claro que la tensión traspasa las paredes del inmueble. Alejandra, por su parte, habría intentado contener la situación, pero la presión emocional parece haberla superado.

Un entorno insostenible y un futuro incierto para la pareja

La nieta de María Teresa Campos vive uno de sus momentos más difíciles. La relación, que hace solo meses parecía afianzarse tras el nacimiento de su primer hijo, hoy tambalea frente a la mirada preocupada de amigos y familiares. El silencio de Carlo ante las palabras de su padre se interpreta como una negación emocional, pero también como una forma de no echar más leña al fuego de un conflicto que ya amenaza con consumirlo todo.

Alejandra, visiblemente agotada, carga con el peso de una historia que no es suya, pero que afecta directamente a su presente y al bienestar de su hijo. La sombra de Mar Flores, el resentimiento del patriarca Costanzia y la condena de los hermanos han creado un cóctel emocional de consecuencias imprevisibles. El ambiente es tan tenso que, según revelan fuentes del entorno, Alejandra ha empezado a refugiarse en su familia. Terelu Campos estaría muy preocupada por el bienestar de su hija y del bebé, temiendo que el carácter impredecible de Carlo pueda causar problemas  mayores. Y es que, tras haber cumplido una condena de 21 meses por estafa, el actor parece no haber logrado reconducir su vida.