Pasar de ser una persona anónima a toda una celebridad es un proceso difícil de asumir psicológicamente, y más todavía, cuando esta transformación se da de la noche a la mañana.

Esta situación la conocen bien los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo, a quien les llegó el éxito de manera repentina. Sus vidas cambiaron de manera tan radical, que, tal y como reconocieron en su reencuentro, concursantes como la ganadora Rosa López, Núria Fergo o David Bustamante tuvieron que precisar de ayuda profesional para poder digerir la fama.

El mismo Bustamante ha vuelto a hablar sobre este tema en ¡Qué tiempo tan feliz! (Telecinco), donde ha asegurado que durante el concurso pensó en abandonar la academia por los ataques de ansiedad que sufría.

"Sigo necesitando visitar a un terapeuta" ha afirmado el cantante cántabro, quien ha destacado los efectos positivos de sus charlas con los psicólogos, para contrarrestar la connotación negativa que mucha gente le atribuye.

Ya son 15 años los que han pasado desde de OT 1, pero sus consecuencias todavía dan de sí.