Algunas personas cercanas a Britney Spears alegan que está presentando problemas de salud mental, que ha vuelto a tener comportamientos cuestionables y abuso de sustancias. Esto solo nos hace recordar episodios en los que tocó fondo, como el 31 de diciembre del 2006 en Pure, el nightclub de Las Vegas. Tenía que hacer la cuenta regresiva para el Año Nuevo e, instantes después, colapsó. O la vez en la que, en su peor estado anímico, golpeó el coche de un fotógrafo con un paraguas. ¿Está volviendo a esa época oscura?
¿Qué se sabe del acercamiento de Britney Spears a las drogas? No hace más de un año que se estrenó su autobiografía, The Woman In Me (La mujer que hay en mí), en la que se sinceró sobre su pasado. Entre otras cosas, abordó la “época de fiesta” que vivió luego de convertirse en madre de dos en 2006. Según describió en su libro, las noticias sobre un abuso de drogas eran inexactas, pues lo que consumía en ese tiempo era Adderall, un medicamento recetado a personas con TDAH (Trastorno de déficit de atención e hiperactividad).

“Nunca tuve problemas con la bebida. Me gustaba beber, pero nunca estaba fuera de control. ¿Quieres saber cuál era mi droga preferida? ¿La única que realmente consumía excepto beber? Adderall”, explicó. “El Adderall me colocaba, sí, pero lo que me parecía mucho más atractivo era que me proporcionaba unas horas en las que me sentía menos deprimida... Nunca me interesaron las drogas duras", agregó. ¿Será cierto? Después de finalizar la tutela legal a manos de su padre, Jamie Spears, la ‘princesa del pop’ parece entrar nuevamente a una espiral de adicciones.
Britney Spears genera preocupación entre sus allegados
TMZ reportó que la artista está enfrentando problemas de salud mental, aseguran que no tiene tratamiento médico. Es por ello que aumentó su consumo de bebidas alcohólicas y drogas, lo cual podría desatar recaídas en el abuso de sustancias que ya habría superado previamente. Además de esto, sus amigos están alarmados porque Spears está bajo la influencia de su novio, Paul Soliz. Soliz llegó a su vida como un empleado de su mansión y ahora es su pareja, no es aceptado porque tiene un largo historial de delitos menores y uno grave.
Hay quienes señalan que el fin de la tutela legal fue un error, aunque Jamie Spears no era la persona adecuada para manejar los asuntos de su hija. Lo cierto es que ahora difícilmente pueden acceder a la intérprete de Womanizer, puesto que es “imposible poder hablar con ella”. Al parecer, tiene cambios de humor tan bruscos que, en ocasiones, termina siendo violenta.

Recientemente, la exchica Disney estaba alojada en el Hotel Chateau Marmont, en Sunset Strip, con Paul y tuvieron una fuerte pelea. TMZ detalló que hubo agresiones físicas y que ella estaba tan alterada que salió de su habitación a gritarle a todos semidesnuda.
Britney Spears está completamente descontrolada. Es una pena que, tras varios años de resiliencia y esfuerzo para escapar de la tutela legal, tenga un comportamiento tan perjudicial.