Bradley Cooper tiene una idea clara sobre cómo quiere que crezca Lea, la hija que tiene en común común con Irina Shayk. Sin pantallas. Sin tablets. Sin móviles. Con interacciones reales. Con tiempo para mirar a los ojos y no a una pantalla. Así lo ha compartido en su entorno y así lo confirma su expareja, con quien mantiene una relación cordial desde su separación en 2019.
Cooper y Shayk siempre han puesto el foco en su hija, Lea. La prioridad es ofrecerle una infancia tranquila. Una vida sin presiones. Una educación que no dependa de la tecnología. Según explicó Irina en una entrevista con People, la pequeña tiene acceso mínimo a cualquier dispositivo digital. Casi nulo. Es una decisión meditada. Y compartida. “Queremos que cree vínculos sociales”, explican desde su entorno. Vínculos reales. Conversaciones auténticas. Juegos sin filtros.

Bradley Cooper e Irina Shayk evitan las tecnologías con su hija, Lea
Para ambos, los valores son más importantes que los algoritmos. Amor, confianza y presencia. Eso es lo que buscan transmitir. Shayk lo resume con claridad: lo esencial es criar a un hijo "en una familia amorosa". Por eso intenta escuchar a su hija. Hablar de sus miedos. De sus dudas. De lo que siente cuando algo le preocupa. Un ejercicio de cercanía que la modelo considera fundamental para construir una autoestima sana.
Cooper comparte esa filosofía. Quiere que Lea crezca conectada con el mundo real. Con sus emociones. Con la naturaleza. Con las personas que la rodean. Para él, la tecnología no es el enemigo, pero sí un riesgo cuando aparece demasiado pronto. Prefiere que su hija aprenda a relacionarse sin pantallas de por medio. Que juegue. Que pregunte. Que se equivoque. Que explore sin la presión de estar siempre visible.

A Lea le va más la profesión de su padre
A sus ocho años, Lea muestra interés por el cine. No por las pasarelas. Es algo que hace sonreír a su padre, que lleva años inmerso en proyectos como actor, guionista y director. Pero, de momento, no hay prisas. Los dos coinciden en algo: la infancia debe ser un refugio, no una carrera.
La familia mantiene una convivencia flexible. Cooper ha presentado a su actual pareja, Gigi Hadid, a la pequeña. La modelo también es madre y entiende la importancia de marcar límites, especialmente en lo digital. La transición ha sido natural. Sin sobresaltos. Con normalidad.
Por su parte, Shayk sigue siendo muy reservada con su vida personal. Se ha especulado con nuevas relaciones, pero no ha confirmado nada. Su prioridad sigue siendo su hija y mantener ese equilibrio que tanto les ha costado construir.