Pocas personas hay en el mundo más buena gente que Juan Carlos Unzué. El mítico exportero del Barça, una vez colgó las botas, se ha convertido en un ejemplo a seguir, un tipo que da una lección de vida allí donde va y que con su dedicación, esfuerzo y presencia, ha dado visibilidad a una enfermedad terrible. Ejemplo absoluto de superación y coraje, desde que en el año 2019 le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), a pesar del durísimo golpe, no ha dejado de sonreír. Vive la vida al máximo, siempre con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de la crudeza de una enfermedad degenerativa, como se ha podido ver en todas y cada una de las apariciones públicas que ha hecho el navarro desde entonces, como se pudo ver en el magnífico documental El último equipo del Juancar:
El equipo de Unzué, desde que le diagnosticaron la enfermedad, son todos los enfermos como él que sufren ELA, la piña que forman, ellos y las familias que hay detrás. Y por ellos ha hecho todo lo que está haciendo desde hace años, haciendo que la sociedad, el Barça y todo el mundo se conciencie y aporte su granito de arena por la causa.
Y es que el otro equipo del exportero del Barça es, ha sido siempre y siempre será su familia. Siempre a su lado, se aman, se adoran y juntos tiran adelante con lo que le ha pasado a Unzué, dándole apoyo, dedicación y cariño las 24 horas del día. "Desde el primer día han estado muy pendientes de mí. Hemos estado siempre muy unidos, pero esta difícil prueba me está permitiendo comprobar lo fuerte que es mi familia", ha dicho Unzué de su mujer y sus tres hijos. Ella, María Elorza, amor incondicional entre la pareja desde que se conocieron hace muchos años empezó su bonita historia de amor, que dio, como fruto, a tres hijos maravillosos: Aitor, Jesús y María.
En el año 1989, Juan Carlos y María pasaron por el altar. Y ahora, muchos años después, lo ha hecho su hija pequeña, que a los 27 años ha emocionado con una ceremonia preciosa. La pequeña de los Unzué-Elorza se ha dado el "Sí, quiero" con su chico, Alejandro, en una boda donde los padres de la novia no podían estar más orgullosos y conmovidos. Un Unzué que hacía llorar de alegría cuando ha acompañado a su hija al altar mientras de fondo sonaban los acordes de la preciosa canción Por ti volaré de Andrea Bocelli. "Sigo sin poder expresar en palabras, todo lo que sentí el pasado sábado. Sin duda, hasta el momento, el mejor día de mi vida. Entre lágrimas, quiero agradecer a cada persona que estuvo ahí en nuestro día, no solo el haber estado presente, si no el crear la vibra que se creó", ha dicho la novia sobre uno de los días más felices de su vida, que ha compartido con sus seguidores en redes. Cliquea en la flecha de la derecha para ver los vídeos y las fotos más bonitas y emotivas de la ceremonia:
Felicidades a la pareja. María y Alejandro, maravillosos. Y felicidades al padre de la novia, un Juan Carlos Unzué que nos ha vuelto a emocionar, esta vez, viendo la felicidad en su cara al ver cómo su hija pequeña se casaba.