La noche empezó entre chuletones, pimientos (rellenos) y empanada. Parecían los reyes de Oriente. Los tres líderes de la derecha en España se presentaron (por separado, qué estamos en campaña electoral) en casa de un Bertín Osborne que destilaba satisfacción. Recibía en casa a los cuñados que desearía haber tenido y sabía que mucha gente esperaba algún detalle sobre cuál era su elegido como salvador del país. Quizás no todos, pero si una buena parte de los 2.275.000 espectadores (un 15'1%, el récord de una temporada de Mí casa se la tuya que va cuesta abajo en cuestiones de share). Pero que la entrevista haya estado seguida notablemente no significa que haya estado a la altura. Ni que haya estado sorprendente.

Si queréis ver la entrevista, clicad en la imagen:

bertin abascal - telecinco

Y es que pasó lo que suponíamos que pasaría: Asistimos a un programa lavadora, blanqueante los tres candidatos como hombres modernos, sensibles, firmes, abiertos. Y con pebrots, claro está. Mí casa de la pradera, tuitearon en las redes. Son muy normales, los tres, gente de familia, que cocinan en casa como Albert Rivera ( Santiago Abascal no, claro, ya lo hace su mujer ), que se esfuerzan como Pablo Casado "cuando llegaba en casa cono un notable tenía que explicarlo" (del máster ni una palabra), o que defienden las libertades de los homosexuales como Abascal "me pegué en el instituto por defender en un compañero gay" ( eso sí, de casarse ni pensarlo). Decir que sólo hay que leer entre líneas es demasiado obvio. Como el desarrollo de la entrevista. La red ha sido relatora de las incongruencias del encuentro.

Y entre copas y copas de vino, recuerdos de infancia y juventud, el monotema catalán y la confirmación de que pactarán después de las elecciones, Bertín se guio por un cuestionario, ya que "no digo lo que pienso porque soy demasiado políticamente incorrecto". De hecho rechazó, honrado, la propuesta de Casado de formar parte de las listas del PP. ¿Franco? ¿Memoria histórica? ¿Feminismo, violencia machista?. Pues ayer no parecías incorrecto, Bertín. Más bien paternalista. Incluso con el momento de cotilleo con Rivera y Malú "¿Cómo se esto de Malú""Primera noticia que tengo, no me había enterado de nada. Como no se habla de otra cosa en esta cadena...Me guusta vivir en un país libre, que cada uno viva con quién quiera, se case con quién quiera.". Y a otra cosa. ¿Si hubiera sido otro personaje, Bertín no hubiera insistido? ¿Estamos en Telecinco verdad?

bertin rivera telecinco

Telecinco

Todo, una noche que fue más ruido que nueces (a pesar de dejar un puñado de titulares) y que mantiene abierta la lucha por el afecto de Bertín. La batallita entre derechitas y derechonas seguirá viva unas semanas más, aunque algunos quieran ver vencedor al de VOX. Ya después de las elecciones pactarán. Así todos quedan como lo que eran, amigos.