Betsy Túrnez es una de las caras del momento en 3Cat. El regreso de las sitcoms a la plataforma catalana la ha tenido a ella como una de las protagonistas. En "La casa nostra", Túrnez interpreta el papel de Candela, una mujer con un carácter fuertísimo y un carisma excepcional. No hay duda, sin ella la casa no tendría sentido. Como es comprensible, a lo largo de su vida, la actriz ha tenido que pasar por muchos procesos de selección. La mayoría, con más o menos nervios, los vivió y encaró de manera normal. Túrnez, sin embargo, ha destacado en una entrevista reciente el casting más incómodo que tuvo que afrontar.
La actriz ha explicado su testimonio, en una entrevista conjunta con las actrices Àgata Roca y Laia Marull, las tres actrices que protagonizaron el film Las irresponsables, estrenado hace tan solo unos meses. Las tres han aparecido en el programa Marcians "La vida és un càsting" y allí han compartido algunas de sus experiencias en el proceso de selección de actores y actrices. Es entonces cuando ha llegado el momento de hablar sobre lo que cada una había vivido. Tristemente, no todos los procesos de selección fueron tan profesionales como deberían, especialmente años atrás: "Conocemos a gente a la que le han hecho enseñar las tetas en un casting", afirmaban.
Justo después, Túrnez ha explicado la experiencia más incómoda que ha vivido a lo largo de su carrera. "Me pidieron que enseñara el culo", ha expuesto la actriz. Las dos personas que estaban presentes en el casting, dos hombres, justificaron esta petición porque en una escena el personaje tenía que salir de espaldas corriendo desnudo. Túrnez, en aquel momento, se quedó en shock, explica: "Era muy jovencita y vulnerable y se aprovechan de eso". La actriz, sin embargo, se plantó: "Dije no, y me marché". A pesar de ello, expone que fue un golpe muy duro porque, cuando tenía esa edad, estaba especialmente ilusionada por trabajar y encontrarse con aquella situación fue un golpe que no se esperaba.
Aunque las tres han coincidido en que una escena así ahora mismo "sería impensable", no deja de sorprender los hechos con los que (generalmente) las mujeres se han encontrado a la hora de hacer un casting. El testimonio de Betsy Túrnez ilustra un fenómeno que desgraciadamente ha pasado a menudo a lo largo de la historia de la actuación y que hay que erradicar totalmente. Los únicos nervios que se deberían vivir en un casting son los asociados con hacer peor o mejor la prueba, en ningún caso, los del miedo a encontrarse con situaciones tan desagradables como la explicada por Túrnez.