Los números no mienten y, esta vez, no hay ni lágrimas ni frases célebres que puedan ocultar la realidad: Belén Esteban está perdiendo su trono televisivo y comercial. La otrora “princesa del pueblo” comienza a vivir un declive imparable que ya se traduce en fracasos de audiencia, estancamiento de su marca y una clara desconexión con un público que antes la idolatraba. Su presencia en “La familia de la tele”, el nuevo y ambicioso programa de TVE, no ha sido suficiente para levantar los datos de audiencia. El formato se ha desplomado en su segundo día, firmando un preocupante 9,5% de share y cayendo aún más en su tramo principal: un letal 7,4%.
El impacto ha sido devastador no solo para el magacín, sino para toda la franja vespertina de la cadena pública, arrastrando hacia el abismo programas como “Aquí la tierra”, “Telediario 2” y “La Revuelta”. Ni siquiera el gancho de la siempre polémica participación de la Esteban ha podido maquillar el fracaso de un formato que prometía revivir el espíritu de “Sálvame” con figuras emblemáticas de la televisión española, pero que finalmente ha pinchado en hueso. El público, sencillamente, ya no responde.

La caída de un imperio: Belén Esteban ya no vende como antes
Más allá del plató, la marca Belén Esteban también empieza a tambalearse peligrosamente. Sus productos, desde su famoso gazpacho hasta otros artículos alimentarios bajo su sello, han sido eliminados de los supermercados tras el cierre de su empresa, ‘Sabores de la Esteban’, a finales de 2024. La ex de Jesulín de Ubrique explicó que el cierre se debió a la falta de tiempo para gestionar el negocio, debido a su labor en televisión, y también criticó los precios que los supermercados imponían, lo que complicaba la rentabilidad. Sin embargo, en las redes sociales se habla de un desinterés creciente por su figura, lo que habría contribuido al cierre de su empresa.
En paralelo, sus exclusivas —que antaño paralizaban España— hoy pasan desapercibidas. Sin Jesulín, sin Andrea Janeiro y sin conflictos familiares públicos que alimenten el morbo, la vida de Belén Esteban ha dejado de ser interesante para la audiencia. Lo que antes era una mina de oro mediática, hoy se ha convertido en una repetición constante de un personaje que parece haber perdido el norte y el foco.

TVE, en crisis por apostar por el pasado
El golpe que supone el bajón de audiencia de “La familia de la tele” no se limita a Belén. La cadena pública confiaba en la nostalgia y el tirón de personajes del universo “Sálvame” para revitalizar sus tardes, pero el público ha hablado: el pasado ya no vende. Mientras competidores como “Pasapalabra”, “Sonsoles Ónega” y “Tardear” se consolidan con datos al alza, TVE ve cómo su apuesta estrella se convierte en un lastre.
El problema es más profundo de lo que parece. Ni el formato engancha, ni sus estrellas brillan como antes. Belén Esteban, quien durante años fue garantía de espectáculo y audiencia, hoy es más parte del problema que de la solución. Así, lejos quedan los tiempos en los que Belén marcaba agenda. Su capacidad para generar titulares se ha evaporado y, con ella, el interés del espectador. Mientras sus antiguos compañeros intentan reinventarse con mayor o menor éxito, ella permanece anclada en una versión desgastada de sí misma, sin grandes historias que contar ni conflictos que explotar.