El caso Negreira es la penúltima conspiración orquestada por el establishment madridista para desestabilizar al F.C.Barcelona. La principal acusación de la Fiscalía es muy fuerte, pero tiene los pies de barro: acusan al club de Joan Laporta de comprar a los árbitros, sin ninguna prueba que lo acredite. ¿Inaudito? No. El Barça es un club con 124 años de historia y ha visto y sufrido todo tipo de persecuciones, también políticas. Estamos acostumbrados. Pero claro, en la era de las redes sociales y el mundo ultraconectado el fenómeno provoca un ruido ensordecedor. Cuánto más decibelios, mejor. Así tapan sus vergüenzas, carencias y miserias. Pero no, no cuela.

La caverna ha conseguido manchar el buen nombre de la institución azulgrana de la manera más lamentable, provocando incluso que otros equipos y aficiones se sumen al linchamiento público. Resulta penoso ver a los seguidores del Athletic de Bilbao insultando al Barça, gritando "a Segunda", acusándolos de tramposos. Caray, cómo cambian las cosas: ¿ya no recuerdan a su jugador Iñaki Descarga y aquel partido contra el Levante para no descender de categoría? La memoria es frágil, selectiva e interesada. El antibarcelonismo vive su edad dorada, pero se basan en mentiras. Y las mentiras pasan factura. Y esta será enorme.

Joan Laporta caso Negreira / Foto: EFE
Joan Laporta saca las garras para defender al Barça en el cas Negreira / EFE

La vicealcaldesa de Madrid tiene un hermano neonazi condenado

Eso sí, mientras llega este momento el desbarajuste y el desenfreno imperan. El Real Madrid también se ha sumado a la fiesta, claro, no podían seguir sin mojarse oficialmente mientras sus seguidores más exaltados escupían contra el eterno rival. Incluso el Gobierno se ha apuntado al carro, la cacería es generalizada. También en el Ayuntamiento de Madrid meten el dedito, como ha hecho la vicealcaldesa Begoña Villacís. Un personaje poco edificante. Hija de especuladores inmobiliarios, pertenece a Cs pero sueña con integrarse en el PP. No osa hacerlo con VOX por aquello del qué dirán, pero su espacio natural y familiar es la extrema derecha. Incluso los de Santiago Abascal le quedan a la izquierda: tiene un hermano neonazi que apaleaba por motivos racistas, entre otras lindezas. El tal Borja Villacís fue condenado y todo. Un angelito, el hermanito del alma de Bego.

Begoña Villacís y Albert Rivera Europa Press
Begoña Villacís y Albert Rivera / Europa Press

Begoña Villacís, contra el Barça. La red la tritura

Neonazi y vikingo. Un Ultra Sur, miembro de los radicales merengues conocidos por su moderación y tolerancia política. "Aficionados", con comillas infinitas, del fútbol. Claro que sí, guapi. La proximidad con la merengada ha provocado que Villacís no pudiera contener su verborrea y ha metido baza en el caso Negreira, atacando al Barça de una forma tan ridícula que solo la puede firmar alguien cómo ella. "Mourinho tenía razón". Argumentos de peso. La red la tritura, claro, por bocazas, hipócrita y unas cuantas cosas más. Las repasamos.

Begoá Villacís y Inés Arrimadas Europa Press
Begoá Villacís e Inés Arrimadas / Europa Press

Qué carrerón hacia la extinción, Begoña. Al estilo Ciudadaner, marca de la casa.