Para digerir la irrupción masiva de Vox en el parlamento de Andalucía, Antonio García-Ferreras ha abandonado el plató de Al rojo vivo en La Sexta y se ha adentrado en un programa documental, Estrecho, para analizar desde dentro el mundo del narcotráfico y la compleja realidad que se vive en el Estrecho de Gibraltar. Se trata de un reportaje grabado durante los meses de verano en que se ve al periodista charlando, por ejemplo, con "Maxi", uno de los narcos más peligrosos de la zona: "La Guardia Civil se juega la vida para detenernos mientras sus jefes nos avisan de todo. Antes éramos menos, ahora somos más y también hay mucha corrupción por parte de la Policía si no, no se metería tanto hachís en estas costas".

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La Sexta

El Campo de Gibraltar se ha transformado en el principal pasillo de tráfico de drogas, tabaco, armas y seres humanos que los narcos introducen en Europa a través de las costas españolas. "He hecho cosas muy malas. Menos violar, he hecho de todo", reconoce el tal Maxi. Un testimonio rotundo que ponía los pelos de punta. El documental también mostró a un Ferreras haciendo de reportero por diferentes zonas a pie de campo, como unas plantaciones de marihuana que han provocado un doble efecto en la red.

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La Sexta

Por una parte, el éxito de audiencia, con un excelente 10,5% de share y con unos comentarios elogiosos para la tarea de Ferreras. Pero la red no pierde la mínima oportunidad de sacar jugo y hacer mofa de cualquier imagen que salga de lo habitual. Un escarnio que no era fruto (o también, quién sabe) de ningún cigarrillo de la risa, pero que tenía mucho que ver con hachís u otros opiáceos. Concretamente, una foto de García-Ferreras en una plantación de marihuana al norte de Marruecos al lado de "Alí", el productor, ha desatado a los tuiteros:

Claro está que los usuarios son simples aprendices. Donde esté un medio que le tiene enfilado, que se quite lo demás. El diario El Mundo titulaba así la escapada del periodista lejos del plató de Al el rojo vivo:

No hace falta decir nada más.